Cuento corto para niños/as, creado por: Juan Pablo Urcola (Buenos Aires – Argentina)
Tao y Teo eran amigos, y además vecinos, y como si esto fuera poco también eran compañeros de colegio y hasta se sentaban uno al lado del otro en clases. Siempre andaban juntos, jugaban juntos, comían caramelos y chocolates juntos, salían andar en bicicleta por el parque juntos y juntos hacían una que otra travesura de vez en cuando.
Un día Tao pasó a buscar a Teo por su casa, era sábado, pero en casa de Teo no había nadie. Tao recordó entonces, que su amigo le había dicho unos días antes que todos los sábados por la tarde acostumbraba ir con su tío al campo y visitar a sus abuelos que allí vivían de toda la vida.
Al recordar esto, Tao se entristeció por dos razones muy obvias, la primera era porque no encontró a Teo y por consiguiente el plan de ir a patinar por las veredas del vecindario no pudo concretarse, y la segunda era que a diferencia de Teo, él tenía a sus abuelos muy pero muy lejos y le era casi imposible irlos a visitar. Esto animó a Tao a pedirles a sus padres que le ayudaran esa misma tarde, a escribir una carta para sus abuelos:
-“ Queridos abuelos, Chizú y Joto, los hecho mucho de menos y me gustaría verlos pronto. Mamá y papá les mandan saludos y un gran abrazo para los dos. Les cuento que tengo un amigo, se llama Teo. Siempre jugamos juntos y nos divertimos un montón. El día que pueda ir a visitarlos lo llevaré conmigo para que le conozcan, por lo pronto espero que estén bien y quiero que sepan que los quiero mucho. Cuídense mucho. Les mando un montón de besos. Tao”.
Al día siguiente, domingo, Teo pasó a buscar a Tao por su casa, pero esta vez en casa de Tao no había nadie. Teo recordó entonces, que su amigo le había dicho días antes que todos los domingos por la tarde acostumbraban ir con su mamá por la ciudad recolectando revistas y periódicos viejos que la gente amablemente les daban para reciclarlos y hacer lindas artesanías, las cuales la mamá de Tao vendía en su tienda. Al recordar esto fue ahora Teo el que se entristeció por dos razones que también eran muy obvias, la primera era porque Tao no estaba y no podría conocer a los abuelos de Teo que habían venido del campo con él a su casa, y la segunda era que a diferencia de Tao, él tenía a su mamá muy pero muy lejos por trabajo y le era casi imposible irla a visitar. Esto animó a Teo a pedirle a su tío que lo ayudara a escribirle un mail en su ordenador:
-“ Hola mamá. ¿Cómo estás? Te hecho mucho de menos y por eso quise escribirte. Te cuento que los abuelos están aquí, en casa. El tío me cuida mucho y te manda saludos. Tao hoy no está en su casa y por eso no pude salir a jugar con él. Todos los domingos ayuda a su mamá a juntar periódicos viejos para su taller de reciclaje. Me gustaría que algún día tú y yo podamos salir juntos. Por lo pronto te pido que te cuides mucho. Un beso enorme. Te quiere mucho tu hijo, Teo”.
Al día siguiente, ya era lunes, y Tao y Teo se encontraron camino a la escuela. En el recreo Tao contó lo que había hecho el sábado a Teo, y Teo por su parte le contó a su amigo lo que él había hecho el domingo. Ambos, pudieron comprobar que las experiencias que vivieron durante el fin de semana, los hizo acercar a sus seres queridos que más lejos se encontraban, por ese maravilloso lazo de la amistad. Entre risas, juegos, planes y palabras, otra vez, el dúo inseparable estaba unido.
¡Viva la amistad!
FIN
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muy lindo el cuento celo ley a mi hija y le encanto en la escuela no paraba de contarlo ke do facinada
Q» lindo cuento jajajja sobre la amistad ….
Feiliz amory amistad :*
Muchas gracias, una vez más por publicar otro de mis cuentos infantiles!
Espero que a todos los lectores y lectoras les guste y lo disfruten! Viva la amistad! =)
Juan Pablo Urcola