Había una vez un malvado hombre que quería acabar con el bien en el mundo, y por eso debía ir en busca de todas las hadas del planeta, y encerrarlas en una habitación, de la cual no fueran capaces de salir nunca jamás, y así nunca más existirían las cosas buenas, sino que habría maldad y oscuridad.
Randor, el hombre malvado, había conseguido secuestrar a dos hadas, María y Victoria, las cuales se encontraban recluidas en esa fría habitación, dónde nunca entraban los rayos del sol, pues no había ventanas y apenas entraba la luz por la puerta.
Como todos los días, el malvado Randor, saldría en busca del resto de hadas del mundo. Pero, las hadas sabían que las estaba buscando para secuestrarlas y así acabar con el bien en el mundo, así que utilizaban su magia para volverse invisibles y que no las pudiera encontrar.
Cristín, era una jovén hada que se encargaba de cuidar a los animales que había en el planeta, gracias a sus pócimas mágicas, conseguía el equilibrio necesario para que éstos pudieran sobrevivir a los contratiempos. Sin embargo, la joven Hada, no sabía que el malvado Randor, iba persiguiendo a todas las Hadas del mundo, pues era algo despistada.
Cuando Cristín se encontraba en el bosque observando a los animales, y repartiendo sus pócimas mágicas entre todos ellos, Randor la encontró, y sigilosamente fue acercándose hasta dónde estaba el hada de los animales, hasta que de repente, se abalanzó sobre ella y sin darle tiempo a que pudiera reaccionar, la metió dentro de un saco para llevársela a la habitación oscura, de dónde nunca más podría salir.
– «¡Socorro, socorro!«, gritaba Cristín una y otra vez, sin que nadie pudiera escucharla, pues Randor, había preparado el saco de tal manera que, el sonido de los gritos no pudiese salir al exterior, y además, que ninguna pócima de las hadas fuera capaz de destruir el saco.
– «Jajaja ya tengo otra hada más secuestrada. Pronto acabaré con el bien en el mundo«, se reía el malvado Randor.
Pero lo que no sabía el malvado secuestrador de hadas, era que existía un hada a la que nadie conocía, ni si quiera el resto de hadas sabían de su existencia, pues era el hada encargada de cuidar al resto de hadas. Esta vieja hada se llamaba Mili, y sabía que sus hadas se encontraban en un grave peligro, así que estaba preparando una pócima mágica para encontrarlas y salvarlas de las manos del malvado Randor.
Después de mucho trabajo, el hada Mili, había terminado esta complicada pócima. Cogió su escoba mágica, bebió la pócima mágica y a continuación dijo: «Hadí, hadás, buscar«.
De repente, el hada Mili se encontraba en la puerta de la habitación oscura, donde estaban secuestradas las hadas, y sin perder un segundo, abrió la puerta antes de que fuera demasiado tarde, y el malvado Randor se diera cuenta de que estaba allí, y salieron corriendo para ponerse a salvo.
Así fue, como Randor no pudo lograr llevar a cabo su maléfico plan y acabar con el bien y la bondad en el mundo, pues las hadas buenas consiguieron vencerle.
FIN
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QUE BUENOS CUENTOS, ME AYUDARAN MUCHO EN MIS CLASES
jaja bonito cuento dimé como as encontrao hoe yo soy paris mentira pedorras
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Regular.
Hola!! el autor de este cuento infantil es http://www.cuentosinfantilescortos.net , todos los cuentos pertenecen a esta web, salvo aquellos que nos mandan nuestros lectores. Un saludo!!
HOLA QUIEN ES EL AUTOR DEL CUENTO?
ESE CUENTO ESTA FINO
Hola Andrea, todos los cuentos que aparecen aquí, pertenecen a Cuentos Infantiles Cortos .net Si deseas saber algo más no dudes en preguntarnos! Saludos!
Hola, quién es el autor del cuento: El malvado secuestrador de hadas?
Muchísimas gracias!!
Andrea
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