Érase una vez, un niño llamado Paquito de 13 años, al que le gustaba mucho comer hamburguesas con patatas fritas, en restaurantes de comida rápida. Todas las semanas, Paquito y un amigo suyo, Daniel, quedaban para ir juntos a comer a un McDonalds que había en el barrio, una súper hamburguesa con patatas fritas y un refresco.
Tanto le gustaban las hamburguesas a Paquito, que durante la semana, no podía parar de pensar en la hamburguesa que se comería el próximo domingo, con su amigo Daniel. Es más, de tanto pensar, un día tuvo un sueño con una hamburguesa…
En el sueño de Paquito, aparecía una hamburguesa recién hecha, con el queso gratinándose, y que le decía:»come hamburguesas, estamos riquísimas!!«. Entonces, Paquito cogía a las dos hamburguesas enormes que habían aparecido en su sueño, y se las comía de un bocado. Pero de repente, empezó a sentirse mal, pues había comido demasiado y le dolía la tripa.
El niño, justo antes de despertar de aquel sueño, se miró al espejo y vio que le había salido una barriga tan grande como la de Santa Claus, entonces gritó: «¡¡nooooo!!«.
Entonces, Paquito se despertó sobresaltado de aquel sueño que estaba teniendo y se fue corriendo a mirarse la tripa al espejo del baño. Por suerte, todo había sido un sueño.
Al día siguiente, como todos los domingos, Paquito y Daniel habían quedado en el banco del parque para ir a comer una hamburguesa al McDonalds, pero hoy iba a ocurrir algo inesperado.
Justo cuando estaban a punto de entrar en el local, Paquito se detuvo en la puerta y dijo: «Daniel, yo hoy no quiero comer una hamburguesa, pues si seguimos comiendo tantas hamburguesas, llegará un día que tendremos problemas de salud, ¿te parece que hoy cambiemos la hamburguesa por una ensalada?»
Entonces, Daniel sorprendido por lo que había dicho su amigo, le preguntó: «pero entonces, ¿ya no volveremos a tomar hamburguesa?«.
– «Claro que sí Daniel, pero lo que quiero decir, es que deberíamos comer más a menudo ensaladas, y menos hamburguesas, así nuestra dieta será más sana, ¿no crees?«.
– «Sí, tienes razón, hoy pediremos una rica ensalada«, le respondió Daniel sonriente.
Así fue, como los niños, se dieron cuenta que comer ese tipo de comida rápida no es malo, pero que sólo se puede comer de vez en cuando, y que hay que comer muchas más verduras para tener una dieta sana.
FIN
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Me a gustado mucho el cuento de »El niño de la hamburguesa», te quería hacer tres preguntas que son la siguientes:
1. ¿Cuanto tiempo te a llevado hacer este pequeño cuento?
2. ¿Que te inspiro en hacer este cuento?
3. ¿Como se llama el escritor o escritora?
Un saludo Alvaro
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