PURPLE, LA MEDUSA DE LA ORILLA

Cuento Infantil para niños y niñas, escrito por: Ulica Tizaber

Había una vez una medusa de color violeta que habitaba en la orilla de una playa. Ese lugar en verano se llenaba de gente con ganas de bañarse en el mar y de hacer castillos de arena en la orilla, y Purple quería hacerse amigos de todos esos niños que sólo podía ver una vez al año.

Como aún no sabía hablar porque era muy pequeña, se acercaba bastante a los bañistas y a sus hijos que construían bonitos castillos de arena con almenas y fosos alrededor, aunque lo que Purple no sabia era que por ser una medusa iba a caer mal a quien la viese.

Un buen día, una niña algo despistada que jugaba en la orilla a saltar las olas, se estaba riendo mucho porque se lo estaba pasando muy bien, y no se dio cuenta de que Purple, contagiada de la risa de la niña, estaba muy próxima a su pie. Su padre desde lejos, le dijo:

– «¡Cuidado!, tienes una medusa a tu lado».

Y la niña que no sabía nada de medusas, se giró y justo en ese momento, Purple se puso muy contenta porque pensaba que la niña la cogería para jugar con ella, pero cual fue su sorpresa, cuando la niña comenzó a llorar porque la medusita le rozó la pierna.

Purple se alejó inmediatamente de la niña, se asustó tanto que comenzó a llorar, al mismo tiempo que se dejaba llevar por el agua hacia dentro del mar.

Cuando dejó de llorar estaba en mitad del océano rodeada de otras medusas de su edad que la miraban con ternura.

– «Purple, ¿qué te ha pasado que llorabas tanto?», – le preguntaron sus amigas.

Y Purple, aún emocionada por su experiencia, les explicó lo ocurrido, y les dio una lección de humildad. Todas aprendieron que para la próxima vez que se encontraran con un niño, se alegrían de su risa pero desde lejos, para no asustarse mutuamente.

Quienes también aprendieron una lección, fueron la niña y todos sus amigos. La niña aprendió a respetar a sus iguales, y a alegrarse de las cosas buenas que le pasaran desde entonces.

FIN

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