Cómo mejorar la fluidez y la comprensión lectora

Un tema que a nosotros nos apasiona, ya que como sabéis, nos encanta escribir cuentos con valores para que niños y niñas puedan leerlos y aprender con ellos, pero para esto, es necesario leer muchos cuentos y libros, ya que el aprendizaje mejorará si los niños tienen una mejor fluidez y compresión lectora.

Cuando los niños empiezan a aprender a leer, lo hacen de manera pausada y fijándose en el significado de cada palabra, ya que parten de la base de haber escuchado esas palabras, pero no de haberlas visto escritas nunca, por lo que al principio de dicho aprendizaje es lógico y seguro que se haga lentamente.

Una vez que el hábito de la lectura está instaurado en los niños, y ya no sólo porque leer todos los días imprimirá mayor velocidad lectora, sino también porque es una necesidad para comprender mejor lo que se lee, se debe incidir en que cada palabra se pronuncie en su conjunto, es decir, habría que fomentar la visión global del texto para mejorar la capacidad de comprensión de la lectura.

La antítesis de lo anterior, sería una lectura lenta, palabra por palabra, fijándose tan sólo en el significado de cada una de ellas, pero no en el global, lo cual llevaría a conseguir un nivel de desmotivación muy alto, y puede ocasionar abandono por el placer de la lectura, ¡cuidado con esto!.

Beneficios de la velocidad lectora

Existen una serie de beneficios de la velocidad lectora que hacen apostar sin dudarlo, por favorecer el hábito de la lectura rápida en los niños:

• Mejora el rendimiento académico y la habilidad de pensamiento relacional y global.

• Se produce un incremento en el desarrollo del lenguaje, y favorecerá la capacidad de construir nuevos aprendizajes.

• Como consecuencia de todo esto se produce una reducción del tiempo dedicado al estudio y la lectura, a favor de la comprensión generalizada de todo aquello que se ha leído y estudiado.

¿Cómo mejorar la fluidez y la comprensión lectora en los niños?

Una vez que sabemos los buenos resultados de una lectura rápida, queremos saber cómo conseguirlo, ¿verdad?, pues aquí se resumen algunos trucos para ello:

1. Fijarse en el todo, ayuda a tener una visión más amplia de lo que los ojos alcanzan a ver con detalle. Hay que mirar toda la frase al mismo tiempo, desde el centro a los lados, y enseguida se sabrá qué significa lo que está escrito.
2. Hacer ejercicios de reconocimiento de palabras en grandes textos, ayuda a potenciar la velocidad lectora, ya que se hará un recorrido por todo lo escrito, descartando palabras que en ese momento no se estén buscando, y encontrando aquella que se quiere.
3. El cerebro reconoce las palabras sin llegar a pronunciarlas. La pronunciación consume recursos innecesarios, aunque sea en silencio, asi que lo mejor es leer con los ojos.
4. Las palabras se suelen reconocer aunque no estén escritas completamente o las letras en el orden correcto. Cuando en un texto se ve sólo la parte superior de una palabra, el cerebro reconstruye la palabra, «pecera» es «pecera», «habitación» es «habitación», y cuando están cambiadas algunas letras dentro de la palabra, ocurre lo mismo: «cauderno» es «cuaderno», «dormeadrio» es «dromedario». Ejercicios de este tipo simplifican el tiempo de lectura.
5. Utilizar un dedo o un lápiz para guiar la lectura una palabra por delante de donde se va, agiliza el proceso bastante, y hace que la palabra siguiente llegue al cerebro antes de que sea consciente de que ha llegado.

Con estas medidas y sus grandes beneficios, la lectura puede llegar a convertirse en un auténtico placer infantil, y a largo plazo, sería una ventaja real en el desarrollo personal y académico, para aquellos niños y familias que lo pongan en práctica y vean su real necesidad de adaptación a la velocidad vital.

¿Ya has puesto en práctica alguno de estos consejos con tus peques? Compártelo con todos. ¡Gracias!

Comparte este artículo con tus amigos en Facebook, Twitter, Google+, Pinterest,… o por Email, con los botones que puedes ver justo debajo. Gracias.