Cuento Corto para niños/as, creado por: Hugo Elangel
La ansiada mañana había llegado para varios animalitos de la selva. Se juntarían después del desayuno a orillas del río para realizar una gran aventura. Caminarían siguiendo el arroyo hasta llegar a una laguna distante un par de horas. Sus papas les habían encargado que tuvieran mucho cuidado y que no tocasen las cosas que no conocían.
Así nuestros amigos, un lobito de río, un hurón, un agutí, también se sumaron a la expedición un par de loritos muy parlanchines, y comenzaron el gran viaje.
Jugando, corriendo, saltando, avanzaban en esa aventura que imaginativamente los transportaba a lugares mágicos nunca vistos.
Todo venía saliendo según lo previsto, hasta que en una desventurada carrera, nuestro amigo el lobito de río quedó atrapado en una telaraña gigante y muy dura. Su desesperación por salirse lo llevó a enredarse más y más. Sus amigos muy asustados trataron de ayudarle pero fue inútil. Cansados y preocupados, quedaron meditando por unos segundos la situación. El lobito exhausto y con lágrimas en los ojos, pedía ayuda a su mamá.
Fue así, que los dos emplumados volaron rápidamente hacia la madriguera de los papás lobitos de río para contarles la desgracia que había pasado.
Sus papas al oírlos, muy preocupados, a gran velocidad y convocando a otros animalitos de la selva, corrían al encuentro de su hijo. Al llegar, ¡oh! sorpresa, el papá lobito de río dijo:
– «Es una red que el hombre usa para pescar. Es muy dura, vamos a tener que cortarla».
Así todos se pusieron en el trabajo de morder esos hilos hasta que poco a poco, ese plástico se iba desmembrando. Para ayudar vinieron muchos más animalitos, hasta las aves picoteaban con el fin de cortar esas prendas.
Al cabo de un rato, nuestro amiguito había quedado libre de aquellas enmarañadas ataduras. Cuando pudo incorporarse, abrazó a sus padres con mucha fuerza y agradeció a todos por la ayuda.
Es así que desde ese día, decidieron incorporar a un integrante más para las próximas aventuras, el papá lobito de río que sería el guía, mostrándoles el peligro que acecha en los rincones de la selva.
FIN
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