Cuento Corto Infantil para niños, creado por: Ena Ramos
En un viñedo vivía la gata Deisy, la cual había sido regalada a una anciana llamada Carol, que tenía otras mascotas, el perro Filemón y el loro Paco, que hablaba con todos.
Todas las mañanas salía la anciana con sus mascotas a dar un recorrido por el viñedo y después los alimentaba, pero Deisy tenía un problema, que se llamaba impaciencia, la cual aparecía cuando doña Carol se retrasaba 5 minutos para hacer el recorrido de todas las mañanas.
Deisy se quedaba de la tardanza de la anciana, y si la llamaban Paco o Filemón para que los acompañara decía ya no era hora y no iba.
En otra ocasión su leche estaba algo fría y no la tomó, así que su dueña le dijo:
– «Te la calentaré».
Como tardó mucho en calentarle la leche, Deisy la tiró porque estaba enojada de esperar, y le dijo a Filemón:
– «¡Ya se me quitó el apetito!».
El loro Paco le comentó que un primo de él era tan impaciente y enfadica que nunca se casó, terminó solo y de tanto coraje que tenía enfermó.
Deisy se rió y dijo:
– «¡Pero si yo se manejar la situación! no soy gruñona ni impaciente».
Filemon le contestó: – «Entonces, porque cada vez que te pones furiosa arañas los muebles y rascas en las flores haciendo enojar a doña Carol?».
Y Deisy dijo: – «Ustedes no me comprenden porque no son felinos».
Al día siguiente Filemón le propuso jugar en el viñedo a las escondidas, ella aceptó, Filemón esperó a que se escondiera para buscarla y Deisy se escondió detrás de unos arbustos, pero sintió que esperó mucho tiempo, así que decidió vengarse escondiéndose en un hueco al lado de un árbol y llego la noche, pero no podía salir era muy profundo y nadie salió a buscarla. La luna la alumbró y Deisy lloró, pero se tranquilizó y observó que había raíces de donde trepar, así que escaló hasta salir. Cuando llegó vio a Filemón dormido y el loro le dijo:
– «¿Donde estabas? te enojaste, seguramente por eso desapareciste».
Ella contesto inclinado la cabeza.
Al día siguiente les contó lo que había pasado y la lección que obtuvo, que el desesperarte te impide pensar y mantener la calma, ocasionando que nadie te soporte y se alejen.
Después de ese episodio Deisy tuvo más amigos y aprendió a ser más amable y no tan impaciente.
FIN
– Moraleja del cuento: «Si te impacientas dos trabajos tendrás, enojarte y contentarte, por eso a la paciencia debes consultar»
– Valores del cuento: Paciencia. Respeto. Comprensión. Amistad.
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Me gustan mucho sus publicaciones y de mucho provecho ya que soy docente de inicial
deben mejorar los cuentos