Cuento Infantil para niños, escrito por: Luchito
La vegetación carecía en los campos cercanos al pastor, llevaba a pastear a sus ovejas a unos cerros muy lejanos. Cuando pasaba por las polvorientas pampas, muy esperanzado dijo el pastor:
– «¿Cuando será el día que crezca la vegetación por estos abandonados campos?».
Dicho anhelo no se hizo esperar, ya que un día, cuando se disponía a llevar a sus ovejas a la cordillera para pastearlos, empezó a llover torrencialmente en el valle. Muy decepcionado por la situación dijo el pastor:
– «¡Oh Dios mío!, ¿por qué me mandas otra desgracia? o ¿es que acaso no es suficiente castigo vivir una sequía?».
Al cabo de varios días, el pastor agradeció a Dios la lluvia que le mandó con gran magnitud, ya que se convenció de que en vez de causarle un daño le produjo un gran bien al transformar el panorama desértico de las polvorientas pampas por unos campos verdes. Muy emocionado de que se cumpliera su deseo dijo:
– «¡Muchas gracias Dios mío!, porque ahora ya no tendré que escalar cerros ni caminar lejos para pastear mis ovejas, ya que ahora me has sembrado el pasto cerca de mi rebaño. Ojalá lloviera siempre por aquí para que se conservaran verdes estos campos».
Y así es como la lluvia cambio de un momento a otro la calidad de vida de este humilde pastor.
FIN
– Moraleja del cuento: Muchas veces un hecho o fenómeno natural mejora la calidad de vida de algunas personas, hay que tener esperanza.
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