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LAS AVENTURAS DE JULIA Y UN DIA DE PESCA

Cuento Infantil para niños, escrito por: Graciela Rodriguez

Pasaron los días entre mochilas pesadas deberes y mas deberes, lo que es muy importante «saber para conocer y aprender para crecer», un poco de geografía, muchas matemáticas, un poco de historia y mucha lectura, etc…etc…; pero en verdad lo único que Julia tenía en su cabecita era la espera del fin de semana, ¿para qué?, para divertirse!!!!

Ella tiene muy claro que debe estudiar y ser aplicada en los estudios, y lo es, pero nada tan bueno como una gran aventura.

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Y por otro lado tenemos a Emita, empezando a hablar y usando pañales, aún quien todos los días muy tempranito despierta feliz para ir a la guardería. Está encantada con su maestra y a sus compañeritos llega con un gran HOLA de brazos extendidos.

Llegó el fin de semana y teléfono en mano Julia llamó a su abuelita:

– «Hola abue sabes que? hoy es domingo y tú no trabajas, es día de aventura abue».  -Dijo Julia.
– «¿Eh, como, cuando? Ahh si, cierto, ya voy». – Dijo la abuelita.

Así que rápida como un rayo y en su súper moto iba al encuentro.

– «Abue…abue…, dame un abrazo!»

Dijo abuelita:  – «¿Y mis niñas ya pensaron en lo que quieren hacer? Porque yo hoy tengo una idea fantástica. ¡vamos de pesca!

– «Sí, vamos».

Entonces dijo la abuelita al oído de Julia: – «¿Que te parece si invitamos a mamita hoy que no trabaja? podríamos invitarla, que dices?».

– «Sii, yo se lo digo abue».

– «Mami… mami, quieres ir de aventuras con nosotras? venga mami, di que sí porfa!!.

– «Si, claro que voy»- dijo la mama sonriendo feliz.

– «¿Y entonces abue con que vamos a pescar? no tenemos cañas» – dijo Julia preocupada.

– «Pero Julia me extraña, con imaginación con mucha imaginación». – Respondió su abuelita.

Y así salieron rumbo al arroyo en busca de su gran aventura como pescadoras, pero Julia rezongaba y funfurruneaba en el camino porque no entendía como iban a pescar sin nada de nada. Mientras mami y su abuelita en complicidad al llegar al lugar elegido para el evento, empezaron a cortar ramas largas de algun que otro árbol, la mamá sacó un rollo de tanza de su mochila y una bolsita que contenía anzuelos pequeñitos, y la abuelita de su cartera un bollón que estaba lleno de lombrices.

– «Pero abue, que asco». – Dijo Julia con gestos.

– «Abu…asco…asco». -Repetía Emita jaja.

– «Claro dijo la abuelita, son lombrices ¿con que vamos a pescar? pero ustedes tranquilas pequeñas les vamos a enseñar, jaja.

El caso es que la mami y abuelita prepararon unas cañas muy originales con unas ramas, un poco de tanza, un corchito que servia de boya y el anzuelo; y de repente dijo la mami:

– «Listas las cañas, vamos a pescar».

Pero Julia aún no entendía muy bien como lo iban a hacer.

– «Yo pondré la lombriz en el anzuelo y lista una caña…lista dos….lista la tercera y la de Emita?? obvio lista!!!»

– «¡Que divertido!»; – dijo Julia. – «Mami déjala aquí, al lado tuyo y Emita que se quede con la abuelita».

– «¡Haber chicas, hagamos un concurso de la que pesque primero!». – Se le ocurrió a la mami, y así comenzó.

» ¡Julia! dale…mira como se hunde tu boya…está picando…Julia tira, tira hacia atrás… a prisa!». – Le decía su mamá.

– «Tira Julia, pescaste….pescaste, síiiii!. – Gritaba la abuelita.

– «¡Siii! mira mami, mira abue, pesqué yo primero, ¡gane! sii, estoy emocionada». –  Decía Julia.

Mientras Emita corría de un lado a otro, lo que deseaba era coger en sus manitos al pececito, así que su mami lo puso en un balde con agua y allí lo dejaron, pero Ema extasiada lo observaba nadar.

– «¡Opa, opa». – Dijo la mami. – «Pesqué pesque y el mío es mas grande! jajaja».

Y mientras Julia refunfuñaba, ya que quería pescar más.. y más, para ganarle a su mamita. La competencia continuaba.

– «Uf, al fin». – Dijo la abuelita. – «Emita mira nuestra caña, ayuda, ayuda, pescamos, ven ayuda».

Y pronto colocaron otro al balde y Emita extasiada los seguía observando.

– «Muy biem Emita». –  Dijo su mamita. – «Excelente».

Y continuaba la competencia, de pronto la mami pescó un pez mas grande y ante los ojos asombrados de todas, la mami comenzó a bailar una danza de victoria.

– «No se….no se….uhhh….uhhh». – Giraba y reía muy feliz.

– «Dale July tira …tira pescaste, gana a tu mamita». – Le decía su abuelita.

Y esos ojitos negros lo decían todo….brillaban de felicidad e imitando a su mama bailó y bailó en una danza loca de victoria. Sin duda este es el mejor baile que he visto hasta hoy hacer a estas dos picaras traviesas, jaja».

Y en un segundo Emita rodaba por el suelo, lo menos que quería era estar quietecita, calladita, ella solo quería jugar y aunque cantaban rosca rosca desenrosca shhhh….de silencio ni hablar.

– «Vamos abu….vem vem».

Y seguía jugando y cantando, de vez en cuando miraba el balde y decía:

– «Salta pesh…salta».

Transcurrieron horas muy divertidas estas cuatro aventureras, felices cantando, riendo, bailando y jugando; ya el sol empezaba a ocultarse y se estaba poniendo mas fría la tarde, así que decidieron regresar a casa, no sin antes devolver al agua los pececitos y en una cuenta regresiva de 3….2….1… pececitos al agua, las cuatro quedaron mirándolos mientras se perdían corriente abajo del arroyo.

– «Bueno, pequeñas aventureras de mami, nos vamos pero antes recojamos todo.. dejemos todo limpio como lo encontramos… las bolsas de nylon pongámolas en el cubo de basura, porque ya sabemos que eso daña a los animalitos y las plantas. Todas a limpiar!». – Dijo la mami.

De repente Julia corrió y rodeó con sus bracitos la cintura de su abue y emocionada le dijo:

– «Abue, me encantó este día, soy muy feliz».

– «Viste Julita». – Le respondió su abuela.

Mamita también es una gran aventurera y así las tres terminaron abrazadas.

– «¡Abrazo de familia!». – Gritó la mamá.

Y las cuatro se abrazaban y mimaban.
Ya en su casita un buen baño calentito, una taza de leche calentita y unas galletitas acompañando; y mientras Emita se dormía, cansadísima Julia preguntaba a su abuelita:

– «Abue, falta mucho para el fin de semana?».

– «Sí mi princesita, justo justo siete días, una semana donde debes ir a estudiar y portarte muy muy bien…, así pasará rapidísimo para que…?».

– «¡Para otra súper súper aventura!». – Gritó Julia.

FIN

– Moraleja del cuento: El mundo a través de tus ojos de niña y los míos de adulto… juguemos!!. Compartir tiempo con nuestros niños quedará en sus corazones como un tesoro, una caja de cartón, unos trozos de madera, una escoba rota, una sabana o una simple hoja nos invitan a jugar; un día de lluvia o un sol radiante …. dejemos un poco el trabajo, las preocupaciones a un lado y disfrutemos. Enseñemos a ellos, nuestros pequeños que la vida es bella!!!

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  • Enseña Valores
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Resumen

Cuento Infantil de una abuela y una mamá que llevaron a sus dos hijas a pescar, querían pasar el día juntas divirtiéndose y jugar. Vivieron aventuras.

3.8
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Un pensamiento en “LAS AVENTURAS DE JULIA Y UN DIA DE PESCA

  1. freydi marica canul rios

    pues estuvo bien el cuento, me pareció interesante, sobre todo a mis hermanos, les pareció interesante.

Los comentarios están cerrados.