EL REGRESO DE ANTARES

Cuento infantil para niños, creado por: Maríache – Nicaragua (dedicado a mis nietos, John Cooper y Kelsy)

En el Circo Estrella, vivía Blanquita  una cabrita muy pequeñita pues nunca creció, razón por la cual no formaba parte de ningún número del circo, ni siquiera los payasos la quisieron para sus números de risa.

Ella vivía en al mismo establo del caballo Antares. Se pasaba los días tratando de animar a su amigo Antares quien padecía de una profunda tristeza,  ya no erguía su cabeza y parecía que había perdido todos sus bríos de antaño, cuando era el caballo estrella de la función   de gala del circo.

Un día apareció en el establo una gatita, y  le dijo a Blanquita: – Me llamo  Pintita. Y como era muy curiosa le preguntó:  – Es ese el famoso caballo Antares?   y añadió, -yo siempre admiré su presentación, y tengo guardado debajo del baúl de los payasos un anuncio  del Circo con la figura de Antares vestido de gala. -Que belleza ¡!  Exclamo, con expresión de admiración,

A cada función del circo, las dos se asomaban para ver, los trapecistas, los payasos, los magos y los domadores de leones, y con nostalgia  veían  que no había  en el espectáculo una parte tan llena de elegancia, gracia, garbo  y belleza  como el número ecuestre  ejecutado por Antares.

Un día  Pintita llego muy asustada a ver a Blanquita y al caballo Antares. – Ya se enteraron??, les dijo, casi sin aliento. -Parece ser  que van a vender el circo pues el dueño ya no tiene suficiente dinero para pagar los impuestos a la cuidad por el espacio que ocupa el circo.

– No! Casi gritó Blanquita. – No puede ser posible ¡! – Hay que hacer algo. – Tu no crees Antares?

Antares apenas si movió la cabeza. -Lo único que sé…., es que no tengo otro lugar a donde ir si venden este circo, – tal vez podamos  encontrar una solución.

– Vean, les dijo Pintita.  –Aquí está la solución!!!, Antares, tú eres la figura estrella que el Circo necesita¡! Mira este  afiche de hace dos años, tu ahí luces toda la elegancia del numero ecuestre. 

-Ay! , exclamo Antares. – No puedo, ya estoy viejo y ni siquiera tengo un lomo fuerte para aguantar el peso de una bailarina. Además la señorita Clavel, que era la bailarina acróbata,  hace meses  que se fue del circo.  Dime Pintita  ¿Cómo podré hacer el numero ecuestre sin una bailarina acróbata?

– Para todo hay solución, primero tienes  recoger los bríos de antaño,  hacer los pasos elegantes con la gracia y prestancia que te hacían la estrella del espectáculo,  y ya  encontraremos quien será tu bailarina acróbata. Dijo Pintita.

Blanquita preguntó: – y bien, Pintita quien podrá ser la bailarina acróbata?

– Ah ¡!! Exclamó Pintita, esa eres tú!!

– Queeee, yo? Se  asustó  Blanquita,

– Mucha fantasía, dijo Antares,  – ¿quién ha visto una cabra bailarina acróbata. Voy a ensayar el número con Blanquita y ver si  hacemos algo totalmente nuevo y diferente.

– Eso!!! Exclamó Pintita con entusiasmo

–Necesitamos mis  aperos de cuero, mi cabezada con mi penacho de plumas rojas y azules, mi pelero de gala y después necesitare un buen baño  que me peinen  y  arreglen mi crin y mi cola. Dijo Antares.

– El baño no es problema, dijo Blanquita. – Mañana cuando bañen  a los elefantes  te pondremos en la fila,  y los aperos se encargará Pintita pues ella conoce bien el baúl  en el carruaje de los payasos en donde guardan las cosas que ya no se usan.

Al día siguiente hicieron lo previsto.

 – Ya estás listo Antares?, dijo Pintita – Ahora empieza ensayar  tus pasos y cabriolas.

– Tráeme una faldita de bailarina y una diadema. Tengo que lucir como una verdadera bailarina¡!

Cuando finalmente Pintita trajo todo,  los tres empezaron a pensar como seria la entrada a la pista del circo, ya que el número no estaba en el programa.

– El director de la orquesta conoce bien el vals con el cual se hacia el número ecuestre,  yo le pediré que lo  interprete  en el intermedio y así yo entrare a la pista con Blanquita sobre mi lomo. Dijo Antares.

– Entonces  Después yo podré  saltar sobre tu lomo y sobre el lomo de Blanquita, dijo Pintita.

-Tú no sabes bailar¡!, exclamo Blanquita.

– Ah!! Querida amiga, los gatos tenemos un excelente equilibrio y somos acróbatas muy  graciosos por naturaleza!  Dijo Pintita.

A las primeras notas del vals  salió a la pista Antares, con Blanquita quien con gracia inusitada,  se sostenía sobre su lomo, lucía Antares su elegancia innata, con su  cabeza levantada, sus patas extendidas en un galope suave alrededor de la pista,  ejecutando las cabriolas y piruetas que eran parte de su rutina, siguiendo los acordes  de la música  y en una de las  vueltas, Pintita saltó sobre el  lomo de Antares y luego sobre el lomo de Blanquita en donde  se mantuvo sostenida sobre sus dos patas traseras  con  sus manos levantadas como una perfecta acróbata.

La galería entera del circo se levantó aplaudiendo entusiasmada por el nuevo número que el circo acababa de presentar.  Todos estaban asombrados y  el dueño de Circo estaba feliz  de que Antares había recuperado sus bríos de antaño y que todavía podía ser la Estrella del numero ecuestre del circo.

Para festejar el regreso de Antares y para dar publicidad al Circo el dueño decidió hacer un  desfile  por la Avenida Principal, encabezado por  Antares con Blanquita y Pintita sobre su lomo, acompañado  por la Banda  de música del circo y seguido por  todos los artistas, las fieras con sus domadores y los  payasos   que  repartían los nuevos programas  del  Circo Estrella anunciando  que el circo  se quedaría en la cuidad  para alegría de mayores y niños.

FIN

Comparte este cuento infantil con tus amigos en Facebook, Google+ y Twitter con los botones que encontrarás al principio o al final del cuento. ¡Gracias!

Recuerda que puedes recibir cuentos infantiles GRATIS en tu email, suscribiéndote aquí