Cuento Infantil para niños y niñas, escrito por: Luis Muñoz (España)
Queridos niños, seguramente habréis leído en varias ocasiones el cuento de la cigarra y la hormiga, en la que la cigarra en el verano se dedicaba a cantar y no trabajaba nada. No recogía alimentos para el invierno como lo hacía la hormiguita, que llenaba las despensas de comida.
Si tenían una buena previsión de comida podrían pasar el frío y duro invierno sin ninguna preocupación.
Cuando llegó el invierno, la cigarra fue a pedir a la hormiga que la diera algo de comer, ya que no tenía nada; y la hormiga le contestó:
– Tendrías que haber trabajado en verano, ¡te lo dije! Hay que recolectar comida para el invierno.
Pero como la hormiga era tan buena le dio bastante comida a la cigarra, para que pasara el invierno tranquilamente.
Este gesto que tuvo la hormiga y los consejos que la había dado penetraron mucho en ella, le hizo recapacitar y pensar. Por eso al llegar el siguiente verano la cigarra se dedicó todo el tiempo a recoger grano de trigo. Llenó su cueva hasta el punto que casi no podía ni entrar en ella.
La hormiguita como todos los años no hacía nada más que trabajar y trabajar, hasta que llenó su agujero también de grano.
Pero al llegar de nuevo el invierno, hubo una gran tormenta e inundó todo el valle, arrastrando todo lo que tenía de comida la pobre hormiguita. Ella como pudo se subió a un árbol y se salvó.
Al quedarse desamparada no dudó en ir a pedir ayuda a su amiga la cigarra y le dijo:
– ¿Amiga, me puedes dar algo de comida para pasar el invierno? Pues he tenido una gran desgracia, una riada ha pasado por mi agujero y me he quedado sin nada de comida y sin cobijo.
La cigarra desde que la hormiguita le había ayudado en el invierno pasado y en los consejos que había recibido, dijo:
– Hormiguita, claro que te doy comida, pues te ofrezco también mi cueva y mi amistad, porque los consejos que me distes me han hecho comprender todo, tenías razón en que tenía que trabajar en el verano, para sí en el invierno que pudiéramos tener de todo.
A partir de ese momento la cigarra y la hormiga siempre vivieron juntas muy felices. Se hicieron buenas amigas y se querían cada día más y más.
La hormiga ayudó a la cigarra,
la cigarra ayudó a la hormiga
y nunca les faltó de nada
porque fueron buenas amigas.
FIN
Moraleja:
Si ayudas a los demás
siempre tendrás recompensa
y te podrán ayudar.
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Gracias por compartir sus cuentos.
Sus cuento son geniales.
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Gracias por compartir este material
buenos
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no se como ver el cuento, alguien me dice como, porque solo veo que dice después de ver el resumen y ya por favor
Preciosos cuentos…siempre enseñando a valorar y a reflexionar sobre las cosas.
Una colección que no debería faltar en ningún hogar.
muyy buena idea gracias por compartirla a nuestros niños les encantara
Buenas tardes! Nos alegra mucho sabes que os sirve de ayuda. Seguiremos publicando diariamente nuevos cuentos infantiles para fomentar la lectura.
Tuve oportunidad de leerlo a alumnos de primer grado y les encantó. Gracias por presentar esto que nos facilitan el trabajo. Continúen así!!felicidades.
Me recureda mi infancia, me encantava oírlo.
es muy interesante pues nos enseña a prevenir cosas
muy bonito… tienen referencia de alguna libreria en Guatemala, donde pueda conseguir estos libros. Gracias!