ROMI, PILIN Y TINTON

Cuento Infantil para niños/as, escrito por: Harvey Pastora

Romi era un pequeño gatito que había sido abandonado en el bosque por sus dueños. Un día Romi andaba desesperado buscando que comer, cuando de repente se encontró con un pequeño conejito llamado Tintón, quien vivía solito con su hermanito en el agujero de un árbol.

Tintón llevo a Romi a su casa y le dio de comer, el pobre de Romi tenía un día entero de no probar bocado y comía muy deprisa.

El hermanito de Tintón se llamaba Pilín, él era muy tímido y le daba miedo el bosque. Romi era muy curioso y quería saber porque a Pilín le daba miedo el bosque, entonces se lo preguntó a Tintón. Tintón le contó la historia a Romi de la siguiente manera:

– Mis padres se conocieron una noche de Luna llena, a la orilla de una laguna, según ellos ese fue uno de los mejores días. A los meses nacimos Pilín y yo, pero al mes de nacidos vimos morir en las mandíbulas de un tigre a nuestros padres, desde ese entonces Pilín tiene miedo de salir al bosque.

Romi se quedó muy impactado al escuchar esa triste historia y pensó en algo para poder alegrar a Pilín. Entonces Romi le contó a Tintón su idea, que consistía en regalarle una gran cantidad de frutas y verduras. Tintón estuvo de acuerdo con la idea de Romi, pero todo debía hacerse con discreción, ya que iba a ser una sorpresa.

Mientras Pilín aún dormía, Romi y Tintón salieron al bosque en busca de frutas y verduras para Pilín. Romi y Tintón no conocían todo el bosque y cuando ingresaban más adentro se encontraron con Don Sapo.

-¿Qué hacen aquí? – Exclamó Don Sapo.

Romi y Tintón respondieron: – Buscamos frutas para regalárselas a alguien.

Don Sapo respondió: – Les recomiendo que regresen por donde vinieron ya que miré al Tigre y al Lobo y ellos les pueden hacer daño.

– Jajajaja que viejo tan gracioso, – exclamó Romi.

Romi y Tintón hicieron caso omiso a la advertencia de Don Sapo, un anciano que destacaba en el bosque por ser muy sabio.

– Pobres criaturas, – dijo Don Sapo.

Romi y Tintón adentraron más al bosque, y cuando tenían planeado regresar cayeron en una trampa.

– ¡Ahhh, ayuda! – exclamaron Romi y Tintón.

La trampa había sido planeada por Tigre y Lobo, quienes al darse cuenta que habían capturado algo dijeron:

– Jajajaja, que bien, nuestro problema se ha resuelto.

Tigre y Lobo llevaron a Romi y Tintón a su casa
– ¿Qué nos vas hacer? – Dijo Romi, mientras Tintón lloraba.
– Ah! ahora que lo preguntas, quiero que limpien mi casa – exclamo Tigre.
– No, no, no lo vamos hacer! – respondió Tintón.
– Si no hacen lo que les decimos Tigre y yo, entonces los devoraremos – respondió Lobo.

Tintón con una voz que expresaba miedo respondió:
– No, no por favor, no nos coma, nosotros haremos todo.
– Entonces no pierdan más el tiempo, empiecen a limpiar la casa – exclamo Tigre.
– Jajaa, estos chiquillos harán todo el trabajo por nosotros – exclamo Lobo.

Romi y Tintón comenzaron a limpiar la casa de Tigre. Todos los días era lo mismo, Romi Tintón tenían que limpiar. Por otro lado Pilín estaba muy preocupado por Romi y Tintón, quienes tenían dos días de no llegar. Así que tubo que romper la barrera del miedo saliendo al bosque y comenzó su viaje en busca de Romi Y Tintón.

Pilín llegó a un lugar que aparentaba ser muy pero muy bonito y cuando iba adentrándose a ese lugar se encontró con Don Sapo, quien al verlo exclamó:

-¿Buscas a alguien?
– SI, busco a mi hermano y a un gatito llamado Romi – respondió Pilín.
– Ah sí, hace tres días por aquí pasaron un conejito y un gatito que según ellos buscaban frutas y verduras para alguien, yo les advertí que no se adentraran más al bosque porque por ahí andaban Tigre y Lobo, pero ellos no me hicieron caso, seguramente Tigre Y Lobo se los comieron por desobedientes. – Respondió Don Sapo.

Pilín muy asustado exclamó: – Diosito, cuida a mi hermanito y a mi amigo Romi!

– Yo te recomiendo regreses a casa, porque si no correrás la misma suerte que ellos. – Respondió Don Sapo.

Pilín tampoco le hizo caso a Don Sapo y se adentró más al bosque. Por otro lado Romi y Tintón estaban muy tristes ya que Tigre y Lobo le daban de comer muy poquito, ellos lloraban todos los días y deseaban no haber desobedecido a Don Sapo.

Mientras tanto Pilín caminaba sin rumbo alguno, cuando en eso fue capturado por Tigre.

– No, suéltame, déjame ir! – Exclamo Pilín.
– Ja, ja ahora te voy a comer. – Respondió Tigre.

Pilín muy asustado miró atentamente el rostro de Tigre y se dio cuenta que él fue el que devoró a sus padres, eso provocó un gran sentimiento de tristeza y disgusto en Pilín y pensó por momentos que le tocaba morir de la misma forma que sus padres.

Cuando todo parecía perdido se escuchó un ruido muy fuerte, algo así como una pequeña explosión,Tigre cayó al suelo, al parecer desmayado, Pilín aprovecho el momento y corrió muy rápido de ese lugar.

Lo que había pasado es que un cazador disparó un dardo tranquilizante a Tigre para capturarlo y ser llevado a un zoológico. Por otro lado, Lobo se vio obligado a abandonar el bosque por miedo a ser capturado.

Mientras tanto Pilín llegó a la casa donde se mantenían capturados Romi y Tintón, ahora tenían que regresar a casa, les esperaba un largo viaje. En el transcurso del viaje Romi exclamo:

– Amigos, fue un placer haberlos conocido.

– ¿Qué? – Exclamaron Pilín y Tintón.

– Sí, yo necesito buscar un nuevo camino. – Respondió Romi.

Pilín y Tintón se quedaron muy tristes al ver partir a Romi, se les hacía difícil entender el por qué Romi había tomado esa decisión. Al final Pilín y Tintón llegaron a casa. Y Romi fue adoptado por una familia que era muy buena, todos los días atragantaban de comida a Romi, él estaba muy feliz y le dio gracias a Dios por haberle ayudado a encontrar una familia.

FIN

– Moraleja del cuento: No hay que ofender a la gente mayor tal y como lo hicieron Romi y Tinton con Don Sapo.

– Valores del cuento: Perseverancia. Fuerzas. Amistad. Respeto

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