Cuento Infantil para niños; escrito por: Juan David Oviedo Rios
Simón y Tifany habían encontrado la máquina del tiempo, estaban muy felices porque quizás así podrían volver unos años atrás y comenzar a cuidar el medio ambiente.
– Bueno Tifany ¿qué tal? ¡Hemos encontrado la máquina del tiempo!
– Siii ¿y ahora qué? ¿Vamos a viajar en ella?– Pues no sé, supongo que sí, pero ni siquiera sabemos cómo funciona.
– Ay Simón ¡supongo que no debe ser tan difícil!
Y en realidad usar la maquina no parecía ser tan difícil, la maquina era una cabina y dentro solo había un botón y una especie de teclado numérico.
Los niños dedujeron rápidamente que solo era escribir la fecha a la que querían viajar y oprimir el botón.
– Bueno Tifany ¿y qué esperas? ¡Vamos a viajar!
– Espera Simón, todavía no podemos viajar, necesitamos pruebas de que somos del futuro, para que así la gente del pasado nos crea y nos escuche.
– Tienes razón Tifany, pero en esta antigua bóveda no podemos buscar nada, necesitamos ir a nuestra casa.
– Pero no podemos dejar la maquina aquí, tendremos que llevarla a casa.
– ¿Y como pretendes que hagamos eso Tifany?
– Pues podemos usar la más reciente aplicación del móvil: tele transportar cosas.
– A pues sí, tienes razón Tifany.
Cuando llegaron a casa a su mama casi le da un infarto al ver a la máquina del tiempo en la sala, ella inmediatamente preguntó sobre la máquina y los niños le contaron toda su aventura, aunque su mamá no les entendió nada.
Estudiaron la maquina, estaban totalmente asombrados de tener una cosa como esa en la casa y que nadie más lo supiera excepto Dios.
Los niños se preparan para su viaje en el tiempo, lo primero que hicieron fue tomar un bolso y meter en él cosas que probaran que eran del futuro, como por ejemplo: sus móviles último modelo, fotos del mundo para probar que es cierto lo de la contaminación, fotos de coches, fotos de Aero-buses, e incluso la propia máquina del tiempo y muchas cosas más.
Sin embargo ya era demasiado tarde, por lo que decidieron viajar el día siguiente. Los niños estaban tan ansiosos que casi ni pudieron dormir, pues estaban muy emocionados por el viaje en el tiempo, aunque también estaban muy preocupados por el gran peligro que corre todo el universo si se rompen las leyes de la física.
AL DIA SIGUIENTE:
Los niños se levantaron rápidamente de la cama, desayunaron como un rayo y se prepararon para su gran viaje.
– Niños ¿están seguros de que quieren hacer esto?, la naturaleza humana es así, aunque les adviertas algo con pruebas irrefutables de todas formas nunca prestan atención.
– Sí mamá, no me importa, por lo menos quiero que sepan que se los advertimos.
Entonces los niños entraron en la cabina, muy asustados, nerviosos y temblando de miedo.
Simón comenzó tomando el teclado y escribiendo las cifras: 2014, mientras que Tifany oprimió el botón rojo pero… no pasa nada.
– ¿Que pasó? – Pregunta Simón.
Y la mamá les respondió desde afuera:
– Ayy pues con razón, ¡si la maquina está desconectada!
Apenas conectó la máquina, las luces en todo el planeta parpadeaban y la máquina empezó a elevarse y a desaparecer.
Entonces la maquina entró por una especie de agujero negro y empezó a dar vueltas y vueltas y vueltas, mareando terriblemente a los niños.
Finalmente después de unos bruscos movimientos, la maquina aterrizó sobre un bosque haciendo un terrible estruendo. Los niños mareados y confundidos comenzaron a sentirse mejor hasta que se dieron cuenta que estaban en el año 2014.
Pero ¿Cómo saben que están en el 2014 si están en un bosque? ¡Pues por eso! En el futuro no hay casi arboles entonces cuando los niños vieron tantos árboles se dieron cuenta de que la única forma de que hayan tantos arboles es que estén en el 2014.
– Bueno Simón, ¿y ahora qué?… ¿Simón me estas escuchando?
– T…Tifany, mira el cielo.
Ambos niños quedan maravillados mirando el cielo, pues es la primera vez que vieron un cielo azul con nubes blancas, porque ellos estaban acostumbrados a ver un cielo gris con nubes negras y nunca jamás habían visto un cielo tan limpio, sin ni siquiera una mancha de humo. Y cuando bajaron la cabeza y miraron a su alrededor, quedaron tan maravillados y asombrados como nunca, pues vieron miles y miles de árboles, animales y flores silvestres, ya que la única vez que habían visto un árbol, había sido en un museo arqueológico.
Además se sintieron como en un sueño al respirar el aire tan limpio, tan puro, un aire sin olor a humo, sin color gris, sino de un color transparente y los animales que nunca jamás en su vida habían visto.
Dieron unos pasos y quedaron encantados al ver un río, un río limpio, sin basura, sin plástico, de color transparente y no de color café y con agua pura.
Entonces Simón dijo:
– Definitivamente valió la pena venir al 2014 ¿no Tifany?
– Claro que sí Simón, oye mira todos esos frutos tropicales, los únicos frutos que habíamos visto eran manzanas y peras.
Los niños dejaron la máquina del tiempo en el bosque y comenzaron a caminar, no les importaba dejar la maquina porque igual después si la llegasen a necesitar la podían tele transportar con el móvil hacia donde estuvieran.
Finalmente después de mucho caminar llegaron a un ciudad llamada Bogotá, los niños al escuchar el nombre de la ciudad en la que estaban no lo podían creer, pues ellos en el 2049 vivían en Bogotá y la Bogotá del 2049 no se parecía en nada a la del 2014, eran totalmente diferentes.
La Bogotá del 2049 era mil veces más contaminada que la del 2014, por ejemplo en el 2014 habían árboles en todas los parques, mientras que en el 2049 el único lugar de Bogotá en el que había arboles era en el museo arqueológico.
Además se sorprendieron al ver como al estar parados debajo del sol no se quemaban y eso es porque en el futuro ya ni existía la capa de ozono.
Continuará…………..
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