Cuento Infantil para niños, escrito por: Luis David Gamonal (Perú)
Un ladrón fue a una aldea con el único propósito de ver alguna casa descuidada para entrar a robar en ella. Fingiendo cortar leña con su machete opaco, su verdadera intención.
Sin embargo los aldeanos al supuesto leñador que se acercaba en actitud sospechosa, le llamaron la atención diciendo:
– «¿Buscabas algo amigo?».
Y el ladrón con machete en mano justificó su accionar y les contestó:
– «Ando recogiendo leña para cortar».
Le advirtieron diciendo: – «¡Cuidado!».
Y el ladrón fingió cortar leña, pero revisaba alguna casa descuidada para meterse a robar.
Más tarde los aldeanos volvieron a ver en actitud sospechosa al supuesto leñador, quieres le llamaron de nuevo la atención:
– «¿Sigues buscando leña?».
El ladrón con el machete en la mano volvió a justificar su acción respondiendo:
– «Sí, pues ando recogiendo leña para mi casa».
Y todos le volvieron a advertir diciendo: – «Más te vale que sea cierto lo que dices».
Siguió fingiendo el ladrón para encontrar el momento más propicio para cometer sus fechorías. Dicho propósito se le cumplió cuando un gallo, por casualidad se le acercó, de inmediato se apropió del ave y se lo metió a su costal. Se fugó de la aldea creyendo que nadie se había percatado de su delito, sin embargo, a pocos metros fue reducido por los aldeanos, quienes le dieron su respectivo escarmiento diciendo:
– ¿Con que juntando leña? ¡sinvergüenza!».
Y el supuesto leñador trató de justificar su acción diciéndoles:
– «Lo hice por necesidad».
Y los aldeanos hicieron caso omiso a su clamor, y muy por el contrario le siguieron castigando más fuerte para que aprendiera la lección.
FIN
– Moraleja del Cuento: Persona con actitud sospechosa, su intención siempre será dudosa.
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