EL JUEVES ALEGRE – 1ª PARTE

Cuento Infantil para niños/as, creado por: Marta Namasté

En una larga noche de fogata en Hornitos, V Región, Norte Chile, las sirenitas tristes e indignadas por las injusticias del mundo e inspiradas por el mar, su poder y la omnipotente belleza del lugar; el azul, las ocres dunas del desierto, los florecientes acantilados  las brillantes y luminosas estrellas fugaces, ocurrió algo extraordinario:

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Lolita y Chaplin, dijo la sirenita: -Habeís sido víctimas del Síndrome de Wendy por eso llevareis a cabo una misión muy especial. Debeis ir a La Galeria Zen de Valle del Elqui y visitar al maestro. Él os guiará para poder cumplir vuestra misión. Buena Suerte.

Divertidas y alegres las sirenitas y sus coros; los caballitos de mar, los pelicanos, las gaviotas garumas y los pájaros niños cantaron y bailaron esta canción:

La Risa de los 10 de Javiera Parra & Los Imposibles

Tengo que ser sana, sobria, inteligente,
madura, cool, elastica, plastica, sonica, drastica,
tengo que ser acrobata.
Tengo que amar, crear, procrear
siempre innovar, cantar, cantar, cantar.

Debo no deber, no tengo que temer
solo quiero volver a reir como a los 10.

Tengo que ser acrobata, buena vendedora,
creible, increible, autonoma, sobre todo susceptible.
Debo salir a la calle a pegar mi propia propaganda,
debo comprar en Bandera,
ser invisible ademas.
tengo que amar, crear, procrear
siempre innovar, cantar, cantar, cantar.

Debo no deber, no tengo que temer,
solo quiero volver a reir como a los 10//:Bis

Entusiasmadas e intrigadas siguieron las instrucciones de la sirenita y se fueron de viaje a Valle del Elqui. Lolita conducía su jeep y las dos iban acompañadas por Aika, su perrita Scotish Terrier. Después de escuchar y cantar música durante todo el viaje se internaron valle adentro por las laderas del místico y majestuoso Valle del Elqui rodeadas por inmensas praderas cultivadas de vid y papaya cerca de las pisqueras. Desde las laderas intuian la presencia de los observatorios astronómicos El Tololo, La Silla y Mamallura.

Pararon a dormir en La Cabaña de los Ríos. La Sra. Chepita les dió un Pisco Sour y les dijo:

– Lolita y Chaplin este lugar es conocido cómo más cerca del cielo. Es energía, magnetismo, vitalidad, verde, montaña, campo, aire puro. Se piensa que la energia biocósmica entra en el Valle del Elqui atravesando todo el planeta para aflorar en Lhasa, en los Montes Himalayas. Bienvenidas a este mágico y fascinante lugar.

Por la mañana bien temprano la Sra. Chepita con mucho cariño les sirvió pan amasado recien hecho, huevos de su corral, mermelada de higo con nueces, jarabe de papaya y guayaba, damascos en almibar con manjar de coco y una taza de chocolate caliente. La Sra. Chepita atenta a todos los detalles les prestó una yegua y unos caballos blancos preciosos; Hari y Krishna. Antes de cabalgar entre los cerros se cruzaron con una manada de ovejas doradas. El lugar era embriagante ; viñas verdes, parronales, cerros, flores silvestres, el Río Elqui inundado por tonos café, gris y púrpura.

Cuento los patos del lago

Finalmente encontraron La Galería Zen. El Maestro les miró en silencio. Su expresión zen, neutra. No transmitía ni alegría, ni indiferencia, ni tristeza. Sin hablar cogió una botella de esencia de limón y se la entregó a Chaplin. A Lolita le tocó la mejilla derecha y le dio un perfume de hierbas. El maestro les hizo sentir serenidad, lúcidez, calma, paz y tranquilidad y les dijo con voz firme:

– En el cerro Montegrande esta el mausoleo de Gabriela Mistral. Ella os espera. Llevadle un gran ramo de Liliums, rezad un Padre Nuestro y un Ave Maria y leer en voz alta las palabras grabadas en la lápida. Antes de iros os hago entrega de una receta milagrosa por vuestra generosidad y grandeza de almas: unas Flores de Bach especialmente seleccionadas para vosotras. Buena Suerte.

Con toda la energía y sabiduria que les había transmitido el Maestro iban a galope firme por los cerros hasta llegar al pueblo de Monte Grande. En la puerta de la iglesia con un campanario de madera compraron el ramo de liliums. Pasaron delante de una posada dónde dejaron a Hari y Krishna y de allí fueron a la lápida de Gabriela Mistral. Justo al llegar leyeron en voz alta al unísono:

Es mi voluntad que mi cuerpo sea enterrado en mi amado pueblo de MonteGrande del Valle del Elqui

Con mucho cariño y respeto se arrodillaron y dejaron el precioso ramo de lilums en la lápida. Rezaron un Padre Nuestro y un Ave María. Sentadas esperaron un buen rato y no ocurrió nada. Minutos después se acercó un señor y después de desearnos Buena Suerte nos recitó un verso de Gabriela Mistral:

“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino.”

 

Continuará……

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