GOLDEN ELEVEN

Cuento Infantil para niños/as, escrito por: Carlos Cuadrado

En Montevideo vivían once jóvenes llamados Luisito, Eddy, Dieguito, Martin, Cachito, Fernandinho, Josema, Alvaro, Diego”el rusito”, Godinho y Cristian ”el bollado”, ellos eran un grupo de amigos muy particular, todos soñaban con jugar en la selección nacional. Un día mientras todos estaban en el colegio les llegó una llamada inesperada, era la AUF. La maestra sorprendida por la llamada fue corriendo a avisarles a los chicos:

– «¡Chicos!! tienen una llamada de teléfono.

– «Quien sera?», – dijo Josema.

Luisito contestó la teléfono y dijo:
– «Hola, ¿quien eres?»

Del otro lado del teléfono se sintió que decía:

– «Soy Bauza, el presidente de la AUF, me contaron que son buenos jugando al fútbol?»
– «Pues si, ¿por que?». – Contesto Luisito muy emocionado.
– «Queríamos invitarles a que se integren a las inferiores de nuestra selección»; – dijo Bauza.

Después de varios minutos de charla al teléfono los chicos sintieron el timbre del fin de la clase y se apresuraron para irse lo mas rápido posible a sus casas.
Al llegar a la casa, Alvaro le dijo a su padre:

– «¡Papá!, me llamaron estando en el colegio para ir a jugar al fútbol a Montevideo, en las inferiores de la selección».
– «¡Ah mira, que bien hijo! ¿cuando viajas?»; . dijo el padre emocionado.
– «Salimos el domingo a las 13:00 h.».
– «¿Tú y quien mas vais?»
– «El resto de mis amigos».

Después de explicarle todo sobre su oportunidad a su padre, salió a preparar lo que necesitaba para el viaje.

Al día siguiente se encontraron todos los amigos en el colegio y Cristian dijo:

– «¡Que emoción! por fin podremos cumplir nuestro sueño como jugadores«.
– «Eso es verdad», – dijo Dieguito.
– «Espero que nos vaya bien», – dijo Godinho y suspiró.
– «Vas a ver que dentro de unos años vamos a jugar un mundial con la selección mayor»; – dijo Eddy.
– «¿Que opinas Cachito?; que estás tan silencioso».
– «Es que todavía no creo lo que estamos viviendo»; – dijo medio ansioso por la llegada del gran día.

Después de tantos días llegó el domingo, todos estaban emocionados esperando el bus que los venía a buscar para llevarlos a comenzar a recorrer su camino de gloria.

Pasados los años en la inferiores, Carrasco decidió convocar juveniles para la selección mayor, entre ellos estaban esos 11 soñadores de los suburbios de Montevideo.
Ellos estaban emocionados que decidieron irse a festejarlo con sus familiares.

Al lunes siguiente del festejo, los chicos regresaron al centro de concentración de AUF.
Para ellos era algo muy especial porque estaba por disputarse la copa del mundo que sería disputada en Brasil. Uruguay a esa altura de las eliminatorias estaba segundo, en la última fecha les tocaba con Chile.

Habían arrancado perdiendo con gol de Godinho en contra. Después lo pudieron dar vuelta con triplete personal de Luisito y doblete de Cristian. En el momento menos esperado, pita el arbitro y fin del partido. Uruguay estaba en Brasil 2014. Después de unos meses de preparación llegó el mundial. En la primera fase se hizo un buen trabajo ganando dos partidos y empatando uno, los resultados eran:

Uruguay 2 – Ghana 1
Uruguay 2 – USA 2
Uruguay 4 – México 1

Después de la fase les tocó con España, ganaron 3 a 2 en el alargue. En cuartos les tocó con Alemania, fue un partido difícil pero ganaron por penaltis.

Ya llegada la semifinal se enfrentaban al local. Ese partido terminó 3 a 0 a favor de Uruguay.
Después de tanto esfuerzo, los jugadores uruguayos no podían creer donde habían llegado, se estaban enfrentando a Argentina en la final de un mundial.

Cuando terminó el partido de ida y vuelta, por fin se había concretado en un 100% el sueño de esos once chicos que nunca se lo habían imaginado, eran campeones del mundo con una victoria aplastante frente a los argentinos 4 a 0.

Después de que recibieran el trofeo y se fueron del estadio, decidieron irse a festejarlo al hotel junto a sus seguidores, familiares y cuerpo técnico.

Al día siguiente cogieron el avión hacia Montevideo y no se imaginaban el recibimiento que les iban a dar en su llegada. Cuando aterrizaron en al aeropuerto de Carrasco los esperaban un bus que los llevaría hacia el lugar de la sorpresa. Al llegar seguidos por una multitud de hinchas, algunos jugadores se emocionaron y se pusieron locos de alegría. Más tarde, pasado el homenaje se despidieron de la multitud y se les entregaron un cartel que decía:

“ Gracias por dejar la vida en la cancha, ustedes son nuestro Golden Eleven (once de oro)”.

Los jugadores estaban tan emocionados que decidieron donar la mitad del dinero recibido por el campeonato para la realización de una escuela de baby fútbol que se llamaría “Los 11 de Oro”.

FIN

– Moraleja del cuento: Todo sueño es posible.

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