Cuento Corto para niños, escrito por: Israel
En una ciudad llamada Bartomento, vivían unos chicos que siempre se portaban mal y en especial con unos niños más pequeños que ellos, les quitaban siempre sus alimentos, les pedían dinero y les forzaban a que les obedecieran.
Un poco mas lejos vivían otros chicos que eran muy buenas personas y siempre leían la Biblia, iban a la iglesia y oraban mucho. Les iba muy bien por su buen comportamiento. Un día los chicos malos estaban portándose muy mal, por el camino aparecieron los buenos chicos y al observar como abusaban de los inocentes menores, se acercaron con sus Biblias en las manos y los reprendieron sin usar la violencia y les dijeron:
– ¿Por qué abusan de estos inofensivos muchachitos?
Y les leyeron un párrafo de la Biblia: (marcos 11,12-14): Al otro día, cuando salieron de betania, tuvo hambre y, viendo a lo lejos una higuera cubierta de hojas, fue a ver si encontraba algo. Se acercó, pero no encontró nada, solo hojas. Entonces Jesús se dirigió a la higuera: ¡que nadie coma nunca jamas fruto de ti! y sus discipulos lo oyeron.
Los jóvenes malvados sin poder entender sintieron culpa por sus malas acciones, entonces los buenos chicos les dieron una explicación muy sincera para su bien:
– Hermanos no debemos perder tiempo en malos actos abusando del débil, eso no le agrada a Jesús y puede castigarles. Debemos más bien dar frutos para su gloria, es decir, hacer buenas acciones, buenas obras que nacen de amar a Jesucristo y obedecer su palabra.
Los jóvenes se declinaron hacia la palabra de Jesús obedeciendo e hicieron haciendo el bien a los demás.
FIN
– Moraleja del cuento: No tiene sentido abusar de otros, te haces mal a ti mismo, mejor obra bien, practica los diez mandamientos y ve a la iglesia. Pide perdón por tus faltas.
– Valores del cuento: Amar a los demás enseñando al que no sabe para que sea libre.
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