Cuento Infantil para niños, creado por: Ulica Tizaber
Era lunes por la mañana y Sofía se levantó muy contenta. La noche anterior sus padres le habían explicado que la tarde del lunes se graduaría, ya que en breve cumpliría tres años, y entraría en el colegio de los mayores.
Se levantó tan rápido de la cama, que se tropezó con las sábanas y cayó al suelo, se hizo un poco de daño en el codo, pero enseguida empezó a sonreir, ya que su mente estaba en esa tarde tan importante para ella, y nada de lo que le pasara, amargaría uno de sus días más felices.
Su mamá le ayudó a vestirse, y colaboró mucho en ello, enseguida se peinó y fue a la cocina a desayunar con su papá. Su hermano pequeño estaba durmiendo porque era un bebé muy dormilón, y Sofía hablaba en susurros para no despertarlo. ¡Estaba radiante!
Al llegar a clase se despidió de su familia y entró a jugar con sus amigos mientras terminaban de llegar los demás compañeros para comenzar la asamblea. Hoy la asamblea trataría del acto de graduación, y estaban todos los niños muy atentos.
La profesora Melania les explicó que cuando no hubiera nadie en la escuela, ellos entrarían con sus mejores galas a su clase, se sentarían en la parte delantera del aula, y detrás se iban a sentar los invitados al evento. ¡Uy, qué nervios!. Ellos estarían con el birrete puesto, y oirían su nombre para ir a recoger el diploma. Una vez todos nombrados, se pondrían en fila delante de los invitados, y lanzarían el birrete al aire.
Sofía estaba impaciente por ver a su familia de nuevo en la puerta, ¡menudo día de nervios había pasado!. Cuando llegaron sus padres y su hermano, se fueron todos a merendar al parque y después, Sofía se vistió con un vestido precioso, y sus zapatos bonitos. Emanaba felicidad por todos los sitios.
Al entrar en la clase y comenzar a recordar todo el proceso de la graduación, Sofía se puso a llorar porque de repente se le había olvidado lo que había que hacer. Melania, su profe, la apartó del grupo y le dijo:
– «Sofía, tranquila. No pasa nada si no te acuerdas, yo te voy a ayudar, tú lo único que tienes que hacer es disfrutar de tu momento, sonreir y aplaudir».
Sofía se sintió mucho mejor y comenzó a relajarse, según se acercaba el momento de su nombramiento, más sonreía. Y cuando Melania la nombró:
– «Sofía, enhorabuena por graduarte»
Ella salió felicísima a recoger su diploma, no le dio ninguna vergüenza, y tiró el birrete más lejos que nadie. Se lo pasó fenomenal.
Sofía comprendió que no merece la pena anticiparse a lo que va a suceder, ya que las cosas no pasan antes ni mejor por anticiparlas, y lo que realmente cuenta es la actitud positiva que se tome, y la capacidad de disfrutar que se tenga.
FIN
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es un cuento verdaderamente reflexivo e interesante