Cuento Corto Infantil para niños, escrito por: Grilo
Había una vez una muela llamada adelina. Adela era su propietaria, una niña muy guapa, simpática y sonriente pero muy muy golosa.
Adela, se levantaba desayunando bollería, merendaba de igual forma, tomaba varios refrescos con azucar y masticaba sin parar todo tipo de chicles y chucherías.
Su madre le reñía todos los días porque después no quería comer los ricos y sanos guisos que ella preparaba en casa.
Hasta que un día, tuvo que llevarla al dentista de urgencias, pues notó un pinchazo que vio estrellas azules, relámpagos y descargas eléctricas en su cerebro. Era el nervio de su muela premolar, de Adelina, que transmitía las ordenes y quejas a su cerebro.
Adelina, ya no podía más.Tantas chuches, bebidas carbonatadas y chocolate habían destruido su capa externa, el esmalte y producido una caries.
¡Se le había picado!. Pobre Adelina.
El esmalte, que a pesar de ser durísimo, no aguantó las reacciones químicas de los azúcares y burbujas de los refrescos.
El dentista le limpió la zona afectada con una especie de lijadora que hacia:¡chiiii!, y le colocó una pasta para sellar la picadura,es lo que llaman un empaste, para taponar la herida y evitar la infección de la dentina de adelina. Pues, de no repararla a tiempo, Adelina habria muerto en poco tiempo y con muchísimo dolor. No en vano, Adelina era su muela preferida, con la que abria los refrescos. Un poco bruta era Adela, pero creía que sus dientes y muelas eran indestructibles.Y no se los cuidaba en absoluto.
Pero su cambio radical no fue por el dolor y el pinchazo de la anestesia, fue porque en la sala de espera,conoció a un tipo elegantemente vestido de Armani y una señora con una sonrisa horrible, horrible y repelente, tenían unos dientes largos y amarillos de bruj, encías infectadas y dientes picados; todo efecto del tabaco, del café, del azúcar, de las copas y quien sabe que cosas más.
La cuestión es que le produjo tal repugnancia, tal impresión, que al llegar a casa tiró las chuches que le quedaban y le prometió una vida sana a su muela Adelina, que desde entonces, recibía a diario cuidados especiales y mimos.Varios cepillados, masajes con su lengua, con hilo dental, enjuagues de fresa y menta, revisiones periódicas para mantenerla en plena forma.
Chica lista Adela,
que aprendió la lección,
le causó mas impresión la vista,
que la inyección.
Los dientes, nuestra sonrisa: Son nuestra mejor carta de presentación. Con una sonrisa en un instante sabemos si quien tenemos delante es aseado, cuidadoso, sano o no. Como los anillos de un árbol, cuentan la vida que hemos llevado, haya sido buena, regular o mala vida.
FIN
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Nunca había leído un cuento de dentistas. Muy bueno el tema y añadir que tienes toda la razón. Si buscas trabajo, tus dientes, tu aspecto, también forman parte de tu curriculum vitae. Tan importante o más que el académico.
Me agrado que sea muy realista para que los niños comprendan que deben cuidar sus dientes y ademas como mama al contarlo lo puedes adaptar a la vida real del niño para que se identifique y el mismo capte mejor el mensaje.
Sencillo, muy moralista a la vez que gracioso. Lo comparto. Gracias.