Cuento Corto para niños y niñas, escrito por: Alma Patricia López Navarro
Josue estaba sentado sobre su cama, temblando de miedo, le temía a la oscuridad, pero también temía decírselo a sus padres, ya que el creía que lo considerarían miedoso y débil.
Cierto día regresando a su casa de la escuela, por el camino se le acercó una hermosa niña y le dijo:
– «¿Josue?
– «Hola»- contesto él. – «¿Quién eres?».
– «Soy alguien que sabe todo de ti.
– «Mmm, no creo que sepas todo de mi, incluso ni mis padres lo saben».
– «Yo si lo sé Josué, créeme, se que le temes a la oscuridad».
– «Sí», – respondió Josué bajando su mirada.
– «Yo te puedo ayudar a superar ese miedo Josué, si tu quieres».
– «Síiii, ¡ayúdame por favor!
Esa noche Josué se despidió de sus padres para ir a su habitación, se recostó en la cama pero no apagó la luz hasta que escuchó el grito de su madre.
– «Josué apaga la luz ya, duérmete».
Josué temeroso apagó su lamparita y se tapó hasta la cabeza, su corazón empezó a latir más de lo normal, pero como siempre su curiosidad lo traicionó como todas las noches, bajó un poco su cobija hasta la nariz y solo sus ojos descubiertos miraba hacia todos lados, y tapándose aprisa de nuevo viendo monstruos en cada lugar del cuarto. Él ya sabía que donde veía monstruos eran cosas que había en su cuarto como ropero, bolsas, maletas etc.; pero el miedo lo bloqueaba totalmente, para él eran monstruos ahí en ese momento.
De pronto asomó otra vez sus ojos sobre la cobija y miró hacia la ventana, le llamó la atención una tenue luz que cada vez se acercaba hacia él, no sintió miedo, por el contrario, sintió una paz inmensa, sin pensarlo él se encontraba ya sentado sobre sus piernas y con una hermosa vela blanca en sus manos cuya luz, aunque débil iluminaba su cuarto. De pronto una voz melodiosa y conocida le llamó.
– «Josué, ahora mira sobre esta vela los monstruos que te atormentan».
Así lo hizo Josué y su cara se le iluminó y sonrió.
– «¿Qué monstruos?, ¡no hay nada de monstruos!.
– «¿Ahora que hay amiguito?». – Preguntó la voz.
– «Bueno… hay recuerdos hermosos, esa caja de regalo ahí que me trajo un balón mi papa. En el ropero veo, aunque esté cerrado, cosas que me han hecho muy feliz».
– «¿Pero todo se debe a esta vela?».
– «No Josué, no solo a esta vela mágica, pero la tendrás siempre que tengas miedo ante cualquier cosa, también hay un cristal muy finito y casi imperceptible que hace que veas realmente lo que son las cosas».
– «¿Y quien eres tú?».
– «¡Soy tu Ángel de la Guarda!. Solo recuerda esto Josué, todo depende del cristal con el que se miran las cosas».
Esa noche Josué durmió sin ningún temor sintiéndose protegido con su Ángel de la Guarda y su velita mágica.
FIN
– Valores del cuento: Superar el miedo.
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