Cuento Infantil para niños/as; escrito por: El Equipo de Cuentos Infantiles Cortos
Claudia era una niña muy responsable y aplicada en el colegio, tanto que todos los años era la delegada de su clase, ya que todos sus compañeros y amigos confiaban en ella plenamente para esas cosas.
Un año, Claudia empezó a ser menos responsable, sus notas ya no eran tan buenas, y llegaba a casa por las tardes agotada y muy respondona con sus padres.
Ellos al ver que su hija estaba extraña y ya no sonreía tanto, se preocuparon mucho y la llevaron al médico.
– «Esta niña lo que tiene es una sobredosis de responsabilidad para su poca edad. Mi consejo es que disfrute un poco más de ser niña, y con el tiempo se recuperará y volverá a sentirse bien», – dijo la doctora.
Los padres, mucho más tranquilos, volvieron a casa y le propusieron a Claudia unas navidades diferentes. Durante los días de vacaciones de Navidad, irían al centro de la ciudad a hacer las cosas típicas navideñas, que otros años por falta de tiempo de Claudia nunca habían hecho.
Así que desde el primer día libre fueron a comer castañas asadas en un cucurucho, visitaron las tiendas con artículos navideños que solo abrían en esa época del año, vieron como se encendían todas las luces de las calles más importantes de la ciudad, y fueron a entregarle la carta a los Reyes Magos y a sus pajes.
Después de tantos días haciendo cosas diferentes, Claudia estaba muy cansada, pero ella y sus padres sabían que durmiendo bien se le pasarían todos los males, y así hizo la noche del 5 de enero. Se acostó muy pronto, justo después de ver la cabalgata de los Reyes Magos, y se quedó dormida sobre el pequeño diario que había escrito desde el primer día de vacaciones, ya que todo su afán estaba en volver a casa y escribir lo que había hecho cada día.
Cuando despertó, vio que el diario no estaba debajo de su almohada, fue corriendo a decírselo a sus padres, y por el pasillo hacia su habitación, descubrió una hilera de notas escritas con purpurina que le iban indicando hacia donde tenía que dirigirse.
La última nota la llevó al salón donde sus padres la esperaban sonrientes y contentos de ver a su hija tan feliz. Su diario lo tenían sus padres en las manos, y había un marcapáginas con forma de un corazón envuelto en cinta de regalo en la última página que ella había escrito, a continuación estaba escrito:
– «Feliz día de Reyes Claudia, hemos leído tu diario y nos ha parecido algo maravilloso. Te deseamos una vida muy feliz, y un próspero futuro como escritora de relatos y cuentos para niños. Aquí te dejamos la llave para ese gran futuro que tanta ilusión te aporta, la publicación del primer libro que escribas para niños en la mejor editorial del país».
Claudia levantó la vista de lo que acababa de leer con una sonrisa gigante en la cara, y abrazó a sus padres tan emotivamente, que se olvidó de que tenía más regalos por abrir bajo el árbol. Los reyes le habían regalado también un bolígrafo mágico que autocorregía las faltas de ortografía, que eran muy pocas, y un cuaderno de ideas para crear los mejores cuentos del mundo.
FIN
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que bonito cuento
Muchísimas gracias por tu comentario, nos alegra mucho que te haya gustado. Puedes compartirlo con tus amigos para disfruten de la lectura con valores.
es un cuento maravillosa para los niños, bendito sea el que inventó el cuento. Graciassss