Cuento Corto para niños/as, escrito por: El Equipo de Cuentos Infantiles Cortos
La granja Animalia, era una granja especial. A parte de tener todos los animales típicos de una granja, como conejos, gallinas, vacas, cerdos, ovejas, burros y cabras, también tenía un oso.
– «¿Un oso?»,- decían los niños que visitaban la granja cuando empezaba el buen tiempo.
Se trataba de una granja escuela, donde cientos de niños al mes pasaban el día allí, y aprendían todas las cosas relacionadas con los animales de granja que los cuidadores de allí les explicaban.
Era extraño que un oso estuviera en una granja, porque los osos son mamíferos que habitan las montañas, y no suelen tener buenas relaciones con otros animales.
En este caso, el oso era famoso en la granja por su capacidad comunicativa y su tolerancia, y siempre estaba de buen humor y con ganas de ayudar a los demás. Por eso era una granja especial, y un oso especial. Se llamaba Bear, tenía la nariz amarilla y siempre estaba sonriendo.
Todos en la granja eran felices, y compartían grandes aventuras juntos, hasta que un buen día, Bear se despertó de mal humor, y en vez de reír, lo que hacía era gruñir. Todos sus amigos se asustaron mucho, y los cuidadores de la granja decidieron anular todas las visitas programadas de niños que tenían para ese día.
Nadie sabía que le podía haber pasado a Bear, pero ante la posibilidad de que se hubiera puesto enfermo, tomaron la decisión de llamar al veterinario para que lo chequeara.
El veterinario estuvo con Bear en una sala unas dos horas, y al salir comentó que el oso estaba perfectamente, y que lo único que él creía que podía ser la razón de su cambio de humor, era que no hubiera dormido lo suficiente, así que lo dejaron descansar todo el día.
Al día siguiente, Bear se despertó del mismo humor de siempre. Había dormido muchas horas, y estaba dispuesto a comenzar el día de la mejor manera posible, y quiso enmendar el error del día anterior, así que se le ocurrió una idea estupenda.
Se situó a la entrada de la granja, y a todos los grupos de niños que iban pasando, les saludaba y les sonreía. Los niños ya entraban encantados y con mucha ilusión por pasar el día en compañía de un animal tan simpático.
Así fue como Bear se hizo famoso hasta fuera de la granja, y todos los niños de la ciudad querían visitar Animalia cuanto antes.
Los niños que salían de la granja, aprendían de todos los animales aspectos muy importantes, sobre cómo se alimentaban, cómo criaban a sus pequeños y cómo eran felices todos los días. Y de manera particular, de Bear aprendían todo eso, y además, aprendieron lo importante que es dormir para estar contento al día siguiente, ya que le pasaba a los osos, y a los niños también.
FIN
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estuvo bien, tuvo su desventaja pero el resto estuvo bien.
es demasiado bueno
Excelente iniciativa, para quienes queremos incentivar la lectura y la imaginación, en los peques de la familia; muy recomendada. Un verdadero acierto!!