Historia del jardín de dos colibríes I

Cuento infantil escrito por: Mariache, Nicaragua.

Había una vez un jardín lleno de flores, todas eran flores de colores vivos, como hibiscus rojos, amarillos, flores simples y flores dobles, la mayoría de ellas con estambres largos y llenos de miel.

También había en ese jardín rosas blancas, rosadas, rojas todas ellas perfumadas y también había lirios de flores hermosas largas, rojos, amarillos y llenas de miel.

Había también fuentes con chorritos cantarines de agua como una especie de surtidores que refrescaban todo el ambiente del jardín y ahí en ese maravilloso jardín vivían dos colibríes, de colores verdes y rojo oscuro con sus piquitos largos y sus alitas ligerísimas que los mantenían en vuelo mientras iban de flor en flor chupando la miel de las flores, y de vez en cuando para refrescarse, atravesaban los surtidores de las fuentes.

En su trayectoria diaria saludaban a las mariposas amarillas y blancas que visitaban el jardín, a las ranitas que se adormecían entre las hojas de las plantas más grandes esperando el atardecer, para comenzar su serenata de cantos – croa croa – a la luz de la luna y sobretodo gozaban de la vida rebosante y bella del jardín. Ahí todo era armonía, paz y alegría de compartir un lugar tan bello.

Un día llegó la mariposita amarilla asustada y cansada, pues se encontró con la ranita que dormía debajo de las hojas quien le dijo: “me voy de aquí pues presiento que pronto ya no habrá agua, la fuente tiene menos chorritos y veo agotados y agobiados a los lirios y otras flores y sabes mariposita, yo necesito el agua para tener fuerza y alegría y poder cantar en la noche mi serenata de croa croa.”

La mariposita amarilla se entristeció, tuvo miedo de seguir volando sobre otras flores y esperó que llegaran los colibríes. Al rato, los vio venir volando y les dio la noticia de que el agua se estaba acabando, que la amiga ranita se había ido y que las flores ya casi no tenían miel.

¡Qué tragedia! – Dijo uno de los colibríes – ¿Y qué vamos a hacer? -dijo el otro. – Este es nuestro jardín, aquí hemos venido siempre, las mariposas, las libélulas, las ranita y nosotros. ¡Hay que ver qué es lo que pasa !! Busquemos por qué ya no viene el agua a la fuente. Tenemos que encontrar el por qué de esto, pues no hay otro jardín tan lindo como este.

Continuará..