Había una vez, cuatro estaciones del año que se hacían llamar la Primavera, el Verano, el Otoño y el Invierno. Cada estación era de una manera de ser, pero había dos que se llevaban muy mal, ¿y quienes se llevaban mal?, os estaréis preguntando, pues el Invierno con el Verano.
Desde que se conocieron el Invierno y Verano, siempre se han llevado mal, pues al Invierno le gusta mucho el frío, que llueva y nieve, y sin embargo, al Verano le gusta que haya más días de sol, que llueva poco y que haga calor. Así que son como polos opuestos. Sigue leyendo