Cuentos de Comprensión

Cuentos infantiles con la comprensión como principal valor humano. Cuentos de comprension para que los niños aprendan a respetar y comprender. Cuentos de comprensión infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de comprensión a los niños. Cuentos de comprensión que estimularán el lado más comprensivo de los niños.

Cuentos de Comprensión:

EL DIA Y LA NOCHE

Había una vez, un planeta llamado Tierra, en el que por una parte del planeta era de noche y por el otro lado, era de día.

Julia, una niña de tan sólo 5 años, se había dado cuenta de que por el día había luz y que por la noche se encontraba todo muy oscuro. Así que un día, cuando Julia estaba en su cama leyendo un cuento antes de irse a dormir, llegó su madre para darle un beso y desearle felices sueños.

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EL EQUIPO DE FUTBOL INVENCIBLE

Había un equipo de fútbol al que no le ganaba nadie porque eran muy buenos. Un día les tocó jugar contra otro equipo, que eran bastante peores que ellos.

Era el último partido de la copa mundial, y el equipo al que no le ganaba nadie salía sin nervios al campo de fútbol, pues pensaban que les ganarían por goleada.

Cuentos infantiles - El equipo de futbol invencible

Para sorpresa de todo el mundo, el peor equipo jugó muy bien y consiguió ganarles por 4 goles a 3, por lo que ganó la copa mundial.

Entonces, el equipo que hasta entonces había ganado, se dio cuenta que no siempre se puede ganar.

 

FIN

Cuento corto escrito por Sergio, un niño de 8 años.

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LA BRUJA PIRUJA

Había una vez, en medio del bosque, una casa de color gris cuyo aspecto transmitía algo de temor. Parecía una casa deshabitada, pues las ventanas estaban llenas de tela de araña y de lo sucios que estaban los cristales de las ventanas, se hacía imposible ver el interior de la casa.

Pero, sin embargo, había alguien viviendo allí… una bruja a la que todo el mundo conocía por «la bruja piruja«.

La bruja piruja, tenía una verruga en la punta de su gran nariz, unos grandes ojos negros y pelo de color gris y blanco. Sí, era una bruja, pero además una bruja muy fea y que daba mucho miedo mirarla.

La Bruja Piruja había vivido siempre en el bosque, y determinados días del año, rondaba por los alrededores de un pueblo que se encontraba a un par de kilómetros de su casa, para asustar a la gente que allí vivía.

Cuentos cortos-la bruja piruja

Hoy, era uno de esos días en los que nuestra protagonista, la Bruja Piruja, iría al pueblo. Como toda bruja, para ir de un lugar a otro, utilizaba su escoba voladora. Así que, vestida con ropas oscuras, se puso su gorro puntiagudo negro, cogió su escoba voladora y se puso en camino. Sigue leyendo

LA BOMBILLA PROTESTONA

Érase una vez una bombilla de bajo consumo, que algunas veces cuando la encendían se enfadaba…

El dueño de la casa, el señor González, no entendía el comportamiento de esta bombilla, ya que le habían dicho que duraba mucho tiempo y ahorraría energía.

cuentos cortos-la bombilla protestona

Pero un día, invintaron a unos amigos a comer a casa, que se llamaban Roberto e Isa. Era un día bastante soleado, pero sin embargo, la familia González tenía encendidas todas las luces del salón para así tener más luz a la hora de comer, y entre todas las bombillas encendidas, estaba incluida la bombilla protestona, de la que os hemos hablado.

Roberto se dio cuenta de que la bombilla Sigue leyendo

EL GRIFO PARLANTE

Érase una vez un grifo, sí, un grifo de los que sirven para lavar los platos y usar agua… como decía, era un grifo situado en una cocina de una casa en el campo.

De tan poco que veía a la gente, para entretenerse aprendió a hablar y hablaba solo consigo mismo. Él mismo se contaba historias sobre como sería su vida si viviera gente en la casa.

Cuentos cortos- el grifo parlante

Un día, compraron la casa otros propietarios, que tenían una hija pequeña, María. La niña no tenía muchos amigos a su alrededor, ya que la casa estaba bastante aislada. Así que se distraía constantemente jugando con los muebles y accesorios de la casa, y de todos ellos con el que más le gustaba jugar era con el grifo.

María abría y cerraba el grifo sin parar, para ver cómo goteaba una vez cerrado, y volvía a abrirlo a continuación para seguir con su juego.. Sigue leyendo