|
Cuentos Infantiles CortosCuentos Cortos InfantilesEduca contando CUENTOS a los niños |
|
|
Cuentos Infantiles CortosCuentos Cortos InfantilesEduca contando CUENTOS a los niños |
Cuento Infantil para niños/as, escrito por: Ulica Tizaber
Había una vez un elefante que destacaba por su color brillante y bonito, muy parecido al mismo cielo, era azul y se llamaba Azulón. Este elefante era especial, transportaba de manera desinteresada en su interior, un grupo de mariposas alegres y coloridas, que continuamente deseaban salir de su refugio.
Cuento Corto para los niños/as, creado por: Rubén Araya L.
Había una guanaco que no era feliz con su familia, decidió irse a otro lugar donde el encontraría realmente su felicidad. Su familia quedo triste por su partida.
Después de caminar se encontró con un ñandú que le pregunto qué hacía por ese lugar, éste le comento que venía de las tierra altas donde dejó a su familia.
El guanaco le dijo al Ñandú que debía de ser muy feliz, que tenía hermosas alas con plumas. Y el ñandú le dijo que no, que para que le servían las alas, lo que él quería era volar como el cóndor, pero solo podía correr. Sigue leyendo
Cuento Infantil para niños/as, creado por: Ana Muñoz García (Puerto San Julián – Santa Cruz)
Había una vez un show de talentos en el castillo, le encanta a la reina, todo era clásico, música clásica, bailes clásicos y muchas cosas más, pero en el medio del show apareció un bromista que hizo reír a todo el reino menos a la reina, ella estaba muy enfada porque quería todo clásico y el bromista contaba chistes y bailaba chistoso. De pronto se cayó desde arriba de la cortinas del show y todo se rompió.
Todos se fueron corriendo menos la reina, estaba muy pero muy enfadada que dejo al bromista en una jaula grande, de pronto apareció la princesa, hija de la reina, muy pero que muy bella, con cabellos largos y dorados, pasó a ver al bromista y le dijo:
– Me encantó lo que hiciste en el escenario, hace años que no me reía así. – Dijo la princesa.
El bromista sonríe porque había a alguien que le gusto su talento entonces le dice a la princesa:
Sigue leyendo
Un hombre petiso, morocho, casi azulado. Con piernas cambotas, piel arrugada, cabello negro peinado con raya al medio. En su boca se podía observar un diente de oro grande, llamativo. Y una pipa: según decían, era un transmisor.
Su casa, un ranchito de maderas viejas, techo de tablitas, muy bajito. Con dos habitaciones. En medio, un poste, del cual colgaba una montura de caballo que jamás usaba.
El ranchito estaba sobre un cerro de piedras, bien arriba. Abajo el arroyo angosto y limpio, poco profundo, rodeado de árboles, arbustos y flores.
Hacía una curva justo en ese lugar. Se continuaba en un pequeño salto, donde siempre que salía el sol, o en noches de luna llena, se veía el arco iris.
Según contaban algunos ese arco se movía: subía, bajaba. A veces parecía que el arroyo se lo tragaba.
¡Sí! También decían que a don Juan Pipa no había que acercarse. Porque era raro. Era peligroso, cosa a la que jamás hice caso yo, encantada con sus historias y enseñanzas. Sigue leyendo
Iker era un niño algo especial, pues aunque todo el mundo le quería mucho por su gran bondad y su enorme corazón, era un niño algo frustrado y triste, pues sus padres no le habían educado en positivo.
Sin embargo, un día los padres de Iker se dieron cuenta que cada vez que le castigaban y gritaban, Iker se sentía muy mal y no podía reaccionar. Así que decidieron buscar ayuda y fueron en busca del caracol azul.
El caracol azul es un caracol que habita en las orillas del río azul, conocido por sus aguas azuladas como el cielo. Cuenta la leyenda que es un río mágico, y que por eso el caracol azul consiguió sus poderes, ayudar a los papás a educar en positivo.
Una mañana los padres de Iker, mientras que él estaba en el colegio, fueron en busca del caracol azul.
Estuvieron más de dos horas caminando por la orilla del río azul, llamando una y otra vez al caracol.
– «Caracol azul, ¿dónde estás?«, gritaba la madre de Iker.
– «Yo creo que el caracol azul no existe, volvamos a casa«, le decía su marido.
De repente, el padre de Iker pisó algo muy duro, parecía una piedra… Inesperadamente, la piedra desprendió una luz azul que hizo caerse al padre de Iker al suelo, lo que le provocó que se pusiera de mal humor…
Justo al levantarse, vio que no era una piedra lo que le había hecho caer, sino que era el caracol azul… Sigue leyendo
