Cuentos de Empatía

Cuentos infantiles con la empatía como principal valor humano. Estos cuentos ayudan a los niños a ponerse en el lugar del otro. Cuentos de empatía infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de empatía a los niños. Cuentos de empatía que estimularán el lado más inteligente de los niños.

Cuentos de Empatía:

EL MONSTRUO Y EL COLIBRI

Hace muchos años, en un bosque vivía un horrendo monstruo. Todos los animales le temían y cuando él llegaba, todos temían por sus vidas…

El monstruo parecía siempre estar muy enojado y aquellos que lo habían visto de cerca, aseguraban que en sus ojos se podía ver la gran maldad q había en su corazón.

Un día, un bello colibrí estaba en un hermoso lago, cuando vio que todos los animales corrían despavoridos hacia el norte, y éste preocupado, preguntó la razón. Un alce se detuvo y le dijo: «¡corre colibrí! corre si quieres vivir!» , y al decir esto desapareció, el colibrí miró hacia el centro del lago y vio en él al monstruo y entendió la razón por la cual todos corrían, pero en vez de huir decidió acercarse, Sigue leyendo

LA NAVIDAD DEL ALMENDRO CORAL

Había una vez un almendro llamado Coral, que vivía a las afueras de una pequeña ciudad de Costa Rica, en Centroamérica.

Coral estaba plantado en el jardín de una casa, donde vivía una familia con un niño llamado Oscar.

Alrededor de Coral había plantados unos cuantos pinos, que la familia utilizaba como árboles de Navidad, transplantando al salón un pino cada año.

Pero Coral se sentía mal porque nunca contaban con él para ser árbol de Navidad

Cuentos infantiles - La navidad del almendro coral

El resto de pinos que vivían alrededor de él, le decían: «Coral, tú eres un almendro, y los almendros en Navidad no están en flor… por eso nunca podrás ser un autentico árbol de Navidad..»

Un día, el pino más sabio del jardín, le dijo: «el día que florezcas en Navidad serás el protagonista para estas fechas tan señaladas«.

Oscar, el niño de la casa, que estaba escuchando lo que el sabio pino le decía al almendro, pensó en cómo se estaría sintiendo el almendro al saber que nunca florecerá en Navidad… y decidió hacer algo.

Mientras tanto, Coral, se esforzó mucho tratando de dar la flor cada vez más tarde, pero no podía controlarlo…, era la naturaleza la que imponía esa tortura para él.

Un buen día, después de haber dormido a pierna suelta durante toda la noche, Coral abrió los ojos y se encontró en el salón de la casa, Sigue leyendo

EL CERDITO VALIENTE Y SU AMIGA LA MOFETA

El día que Pinki, nuestro amigo el cerdito valiente, llegó a la granja de Bimbo, a parte de estar como un flan de los nervios, por conocer a los nuevos animales con los que iba a vivir, conoció a alguien muy especial de la granja, la mofeta.

Cuando Bimbo, le presentó a la mofeta, la cara del cerdito no podía ser más expresiva, a pesar de que él tampoco olía a rosas, la mofeta era aún peor que él, «uffff qué mal huele esta mofeta» pensó Pinki.

Después de varios días, Pinki ya era uno más de la familia en la granja de Bimbo, además había salvado a las ovejas de las garras del lobo, por lo que todos le habían cogido mucho cariño al cerdito.

Cuentos infantiles - El cerdito y su amiga la mofeta

Un día, cuando Pinki estaba Sigue leyendo

EL DOMINGO DE LA TORTILLA EN LA PLAYA

Érase una vez, una tortilla llamada Pati, que iba todos los domingos a la playa metida en un «taper», o en una bolsa de congelados.

Pati estaba harta de que, siempre, en verano, cuando iba a la playa, se ponía perdida de arena, sobretodo cuando hacía mucho viento.

Cuentos cortos - El domingo de la tortilla en la playa

Ni «tapers», ni bolsas, nada podía hacer que no le entrara arena de la playa.

La tortilla solía ir a la playa con su amigo el pimiento, que también opinaba lo mismo sobre la playa, ¡era un asco para ellos!

Un día, una niña se dio cuenta que la tortilla y el pimiento Sigue leyendo

LAS OVEJITAS DEL PUEBLO

Hace muchos años, cuando yo era una niña pequeña, había muchos rebaños de ovejas y pastores, era muy raro no encontrarte uno en cada pueblo, pues ser pastor era un trabajo muy normal en aquellos años. Hoy en día, muy pocos niños, salvo en cuentos y fotos, han visto un rebaño de ovejas.

Las ovejitas solían vivir en un corral llamado «tinao«, que era un recinto vallado, donde las ovejas tenían un pilón con agua, para cuando tenían sed y en otro lado, paja para cuando tenían hambre. Dentro del vallado, había un cobertizo, que las ovejas utilizaban como refugio los días de lluvia y frío.

 

Cuentos infantiles - Las ovejitas del pueblo

El pastor era el que se encargaba de cuidarlas. Él era quien les echaba la paja para que comieran, y agua para beber. Además, el pastor también las ordeñaba y salía al campo con todo su rebaño.

Lo que más recuerdo de esa época cuando era pequeña, era el ruido de las ovejitas al regresar de pastar en el campo, pues Nino el pastor, les ponía cencerro y cuando andaban, se escuchaba: «tilín,tilón», y todos los niños que estábamos por allí, corríamos detrás de ellas y lo pasabamos muy bien.

El rebaño de ovejas siempre pasaba por delante de mi casa, y tengo que reconocer que cuando veía al pastor salir  con ellas, me daba un poco de miedo, pues además del rebaño de ovejas, Nino, que así se llamaba el pastor, tenía un par de cabras, y a mí me daban mucho miedo, pues estas cabras tenían cuernos.

A pesar de la humildad de aquel pastor y de lo bondadoso que era con la gente del pueblo, ya que les regalaba leche y quesos, que él mismo elaboraba de sus ovejas, había ciertas personas en el pueblo que le odiaban.

Cuando pasaba el rebaño por la calle principal del pueblo para salir al campo, las ovejas y cabras a su paso, dejaban toda la calle sucia. Siempre, la gente del lugar se había encargado de barrer cada uno su puerta, y así conseguían mantener el pueblo limpio. Sin embargo, había dos vecinos, Sigue leyendo