Cuento Infantil para niños y niñas; creado por: Ulica Tizaber
Pipuk era un niño de Alaska, que vivía en un iglú con su familia esquimal. Por las condiciones climáticas de su tierra, apenas salía de allí, pero sí recibía muchas visitas de niños extranjeros. En Alaska se dedicaban sobre todo al turismo y como había tantos visitantes, él tuvo que aprender a hablar varios idiomas.
El primer idioma que habló fue el yupik y su correspondiente dialecto, ya que vivía al norte de Alaska. Esa lengua le servía para comunicarse con su familia dentro de casa, y sobretodo, con sus abuelos. También aprendió a hablar en ruso, inglés, francés y español. Era un auténtico poliglota y se sentía muy orgulloso por ello.
Apenas existían semejanzas en las palabras al pronunciarlas y Pipuk era un experto con el lenguaje, por eso, cuando se comunicaba con otros niños en el idioma que cada uno supiese, Pipuk se divertía robándoles las palabras.
¿Cómo las robaba?, muy fácil, las palabras que significaban lo mismo en todos los idiomas, pero se pronunciaban diferente, se las quedaba, y tanto él como los demás niños seguían hablando como podían sin esa palabra robada. Así hasta que llegó un día en que nadie entendía a los demás, solo Pipuk era capaz de comprender a todos sus amigos extranjeros, porque poseía todas las traducciones necesarias para un lenguaje coherente. Y de lo que no se dio cuenta era que si no había niños con los que hablar, no tendría nada que aprender.
Pipuk frente a esto, comenzó a sentirse triste y se arrepentía de lo que había hecho, entonces, poco a poco fue repartiendo las palabras que había robado, hasta que todos los niños tenían las suyas y él se fue sintiendo mejor. Así fue como el niño esquimal comprendió que lo que merece la pena en la vida, es compartir y escuchar a los demás.
FIN
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