Cómo iba a pensar Sami, el malvado monstruo del bosque de Lord, que algún día, su furia y agresividad pudieran desaparecer… Pero sí, ocurrió.
Un día, cuando Sami se encontraba a punto de llevar a cabo un malvado plan, que llevaba tiempo pensando hacer, y que era asustar a todos los niños del pequeño pueblo llamado Vill, situado en la colina más alta del bosque de Lord, alguien le interrumpió…
«¿Pero dónde crees que vas monstruo?, no puedes sobrepasar el río… ese es el acuerdo que hicimos los monstruos con los aldeanos de Vill«, le dijo una monstrua muy enfadada. Tan enfadada estaba que empezaban a salir pequeñas llamas de fuego por su boca.
«¿Y tú quién eres? A mí ese acuerdo me da igual, haré lo que quiera… Jajaja«, se burlaba Sami el monstruo, sintiendo algo raro en su estómago.
«¡¿Ah sí?, pues tendrás que pasar por encima de mí!», dijo Victoria la monstrua, muy pero que muy enfadada.
«Pues pasaré por encima de tí, pero nadie impedirá que mis planes de asustar a los niños se lleven acabo«, dijo Sami.
Pero justo en ese momento, cuando el monstruo estaba decidido a quitarse de un plumazo, con sus puños de piedra a aquella monstrua, algo en su interior hizo que su cuerpo y brazos quedasen paralizados.