Cuentos de Sabios

Cuentos cortos con sabios como personajes. Son historias educativas en la que el sabio transmite conocimientos a los niños. Aprenderán un montón contando cuentos con sabios como protagonistas. Cuentos de sabios que estimularán el conocimiento de los niños. Los cuentos con sabios como protagonistas pueden ayudar a los padres y profesores a educarles en valores humanos.

Cuentos de Sabios:

LAS CONEJITAS DESOBEDIENTES

Había una vez un conejo muy viejo y sabio llamado Juan, que vivía en una casita en lo alto de una montaña rodeada de flores de color rosa. Allí viva con sus nietas, dos conejitas azules llamadas Tinita y Paquita.

Juan era un conejo gordo como un globo y viejo como una roca. Tenía mas de 100 años. Todos los animales vecinos le querían mucho porque Juan
siempre fue muy bueno y respetuoso, además, Juan era un conejo muy sabio.Tinita y Paquita, al contrario que su abuelo, eran dos conejitas muy faltonas y con muy mal carácter. Siempre andaban de mal humor y criticando.

No me gusta eso… – decía una.

A mi tampoco me gusta – decía la otra.

Esto no lo quiero, que está muy feo – decía de nuevo una.

Pues si tu no lo quieres, yo también lo veo feo y no lo quiero tampoco – le contestaba de nuevo la otra. .

Mira que nariz mas larga tiene el elefante… – criticaba una.

Sí, sí… que grande y áspera. No me gusta – criticaba la otra.

¿Y las orejas del burro? ¿Que me dices de ellas? – preguntaba una.

Igual de grandes y feas que la trompa del elefante. – respondía burlándose la otra.

Y así eran siempre con todo.Las dos conejitas iban faltando el respeto a todos los animales y detrás de ellas, el pobre abuelo, que tenía que ir muy avergonzado a
disculparse con todos.

Así que un día, el abuelo Juan dijo para sí:

Tengo que pensar y encontrar una forma de hacerlas cambiar.- Ya estaba cansado de tanto regañarlas y no lograr que ninguna de las dos conejitas le obedeciera. Así que fue saltando hasta la orilla de un río lejos de todo para que no lo molestaran. Y allí, sentado en un piedra, se puso a pensar qué podría ser lo suficientemente sencillo y divertido. Juan sabía además, que Tinita y Paquita eran muy vagas y que se aburrían muy rápido de todo. Y así pensó, penso y pensó por mucho tiempo. Pero al abuelo nada se le ocurrió.

Entonces, de pronto vió Sigue leyendo

EL SOLDADITO PLOMO

Érase una vez, un soldadito llamado Plomo, que pertenecía a la guardia del rey, en un reino muy lejano.

Plomo, tenía ya 60 años, era el jefe de los 3 soldados que formaban la guardia, y se encargaba de que el rey fuera protegido en todo momento.

Un día, Plomo, salió fuera del castillo para reunir a todos sus hombres y les dijo:

Cuentos infantiles - El soldadito de plomo Sigue leyendo

LA FAROLA SIN LUZ

Había una vez una farola muy mayor que siempre había estado en el mismo lugar desde hacía muchos años. Ese lugar, era la plaza de un pequeño pueblo cercano al mar.

Durante toda su vida, Claudia la farola había alumbrado la plaza de aquel pequeño pueblo costero junto con otras cuantas farolas más.

Cada día, a la misma hora, justo cuando el sol se escondía dejando la plaza del pueblo sin apenas claridad, Claudia la farola encendía su gran bombilla para devolver la luz y la alegría del pueblo.

Cuentos cortos - La farola sin luz

Sin embargo, un día, algo horrible ocurrió, justo cuando el sol se estaba poniendo, la farola Claudia no se encendió, y tampoco el resto de farolas de ese pueblo. Claudia le pregunto a su amiga la farola Isabel: «¿Sabes que ha podido ocurrir? Es la primera vez, en más de 50 años que tengo de vida, que me pasa esto…«.

Isabel que estaba tan sorprendida como nuestra alta Claudia, le respondió: «pues no tengo ni idea, no se que a podido pasar, fíjate el pueblo esta a oscuras«.

Pero de repente, se vieron unas cuantas luces que se acercaban hacia la plaza, parecían linternas… Claudia enseguida reconoció a una de las voces que se estaban acercando, era el alcalde del pueblo.

Iba acompañado de otras dos personas más hablando del apagón que tenían en todo el pueblo. El alcalde iba diciendo una y otra vez: «»¡Pero eso no puede ser posible! ¿Como nos hemos podido quedar sin electricidad? No lo entiendo…» decía el alcalde resignado.

Claudia la farola, ahora sin luz, que escuchó todo lo que había dicho el alcalde del pueblo, dijo a su amiga la farola Isabel: Sigue leyendo

PAPÉ, LA BOLSA DE PAPEL

En todos los lugares del mundo se utilizan las bolsas de plástico para llevar de la mano cosas tan cotidianas como el pan, la compra del supermercado, ropa, juguetes y muchísimas cosas más.

Pero Papé, el protagonista de este cuento, no era una bolsa de plástico como todas las demás, sino que era una bolsa de papel reciclado muy especial. Papé, tenía una ilusión por cumplir

 

Cuentos infantiles - Pape la bolsa de papel

Papé sabía que en todo el mundo había millones de bolsas de plástico que tras su uso, eran abandonadas por las personas y terminaban flotando en mares y océanos, contaminando sus aguas y causando daños a los seres vivos que vivían cerca.

Así que Papé, no quería que las cosas siguieran igual, por lo que ideó un plan para poner fin al abandono de las bolsas de plástico. Un día fue a visitar un gran supermercado en el que siempre había bolsas de plástico, y fue a hablar con el encargado.

«Hola señor encargado, mi nombre es Papé, como puede ver soy una bolsa de papel, y quería proponerle un plan para evitar la utilización de las bolsas de plástico en las compras«, le dijo Papé.

«¿Qué dice, se ha vuelto loco? ¿dónde llevará la gente entonces la compra?«, le respondió asombrado el encargado del supermercado.

«Pues muy fácil, mi plan consiste en sustituir las actuales bolsas de plásticos, por bolsas como yo, de papel, pues no somos contaminantes. Además, también le propongo otra cosa, y es reutilizar las bolsas tanto de plástico como las de papel«, le dijo Papé con voz entusiasmada.

«Pues no es mala idea, pero ¿por qué es mejor utilizar bolsas de papel y reutilizarlas?«, preguntó el encargado interesado por lo que estaba escuchando. Sigue leyendo

JUANITO Y EL LABERINTO

Había una vez, un hombre muy sabio que se llamaba Juan, aunque todo el mundo lo conocía por Juanito, pues era un hombre muy cercano a la gente y le escuchaba mucho escuchar las opiniones de los demás.

Juanito había vivido en un pequeño pueblo durante toda su vida, pero justo hace dos años, cuando tenía setenta años, se había ido a vivir a la gran ciudad, con su hija Ana.

A Juanito siempre le había gustado la historia y en su mesilla de noche, nunca faltaban libros de aventuras intrigantes sobre personajes históricos.

 

Cuentos infantiles - Juanito y el laberinto

Un día curioseando por la librería de su hija Ana, encontró un libro que por su aspecto, algo deteriorado, debía ser muy antiguo. Juanito se dio cuenta que no era un libro cualquiera, sino que era un libro especial, y que dentro de sus páginas parecía guardar un gran secreto.

En la portada de aquel libro, aparecían unos símbolos egipcios, que Juanito había visto en algún lugar, pero no recordaba dónde. Así que, se puso sus gafas en la punta de su nariz, cogió el libro y empezó a leer las primera páginas, cuando de repente se dio cuenta que se trataba de un libro muy antiguo, escrito por un historiador egipcio, dónde había descrito minuciosamente los pasos que debía seguir el lector para atravesar un laberinto y llegar al tesoro que allí había guardado.

Juanito estuvo toda la noche leyendo aquel misterioso libro y descifrando los acertijos que iba encontrando según avanzaba la lectura. Justo antes de amanecer, había terminado el libro, pero no había conseguido encontrar la respuesta que le conduciría hacia el tesoro de aquel egipcio. Pero de repente, en la última página del libro, encontró una frase incompleta que era la clave que faltaba para resolver los acertijos.

Pasados unos minutos, en los que Juanito había reflexionado sobre todo lo leído, encontró la respuesta a esa frase incompleta y sin perder ni un instante más, cogió un boli de su bolsillo y completó la frase del libro.

De repente, el libro empezó a temblar y Sigue leyendo