Había una vez un gato, Isidoro, que era muy respetado por todos los demás gatos del lugar, pues había conseguido que una anciana le llevara a vivir a su casa y tuviera todos los cuidados que nunca hubiera podido imaginar.
Manuel, era el policía del barrio y su trabajo consistía en avisar a todos los demás gatos, en caso de que hubiese perros cerca y estuviesen en peligro.
Hoy, era el día en el que tenían que reunirse todos los gatos, para decidir quien sería el nuevo gato policía, ya que Manuel, no podía correr tan rápido como hace unos años y se estaba haciendo mayor…
El gato Isidoro, estaba dando un discurso, convenciendo a todos los asistentes, de que sin lugar a dudas el mejor gato que podía tener una responsabilidad como esa, era él. Alegaba que comía muy bien y que eso le permitía estar fuerte y sano, y así ser muy veloz.
Isidoro pensaba que sería el nuevo policía, pues nadie más se presentó, pero de repente, una linda gatita apareció en lo alto de un cubo de basura. «hola amigos, yo también quiero se candidata para policía, pues soy muy ágil y veloz».
Sigue leyendo →