Cuentos de Valentía

Cuentos infantiles con la valentia como principal valor humano. Cuentos de valentia para que los niños aprendan a no esconderse ante situaciones adversas. Cuentos de valentía infantiles con mucha imaginación. Te lo pasarás genial contando cuentos de valentía a los niños. Cuentos de valentía que estimularán el lado más valiente de los niños.

Cuentos de Valentía:

GREÑA, LA CIGÜEÑA PEQUEÑA

Érase una vez una cigüeña llamada Greña, que vivía en lo alto de un campanario, en un pequeño pueblo de España, llamado Malpartida de Cáceres.

En Malpartida de Cáceres había tantas cigüeñas que, unos señores, lo nombraron como el pueblo con más cigüeñas de todo el mundo.

Así pues, Greña, tenía muchas amiguitas y amiguitos en el pueblo, y jugaba con ellos casi todo el día. Aunque siempre estaba pendiente de que no hubiera ningún problema en Malpartida.

Cada media hora, Greña daba vueltas por encima del campanario para divisar que todo fuera bien, era una cigüeña muy preocupada por su pueblo.

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Greña era la cigüeña más pequeña de todas, pero nadie se burlaba de ella, porque era una de las cigüeñas más valientes de toda la localidad de Malpartida.

En el pueblo todos eran felices con las cigüeñas, … bueno, todos … menos una persona…, el ganadero.

El ganadero se quejaba de que las cigüeñas, al ser tan grandes, espantaban al ganado y todos los días se le escapaba de su establo alguna oveja o una vaca.

Greña se enteró de esto y fue a hablar con las vacas y ovejas del ganadero, a las que les dijo: «Vacas y ovejas, ¿por qué os asustáis cuando veis una cigüeña grande sobrevolar vuestro establo?»

A lo que una vaca contestó: «Porque pensamos que viene a por nosotras. Son tan grandes que nos dan miedo, pero tú eres diferente, eres más pequeña y no nos asusta tu presencia«.

Entonces Greña les dijo: Sigue leyendo

LINA Y LOS GARBANZOS

Había una vez una niña muy lista llamada Lina, de la que ya conocéis otras historias como: «Lina la astronauta«.

Lina vivía con sus padres en un barrio de Madrid, en España. Su casa tenía un jardín grande y un garaje, donde Lina trasteaba con sus juguetes, y donde inventaba cosas nuevas.

Lina tenía un cerebro muy desarrollado y era capaz de aprender cosas, que el resto de niños no podía ni imaginar.

Por eso, un día, mientras abría el motor del coche de sus padres para arreglarlo, se le ocurrió una gran idea: usar los garbanzos de la cocina como combustible para el coche.

Cuentos infantiles - Lina y los garbanzos

Lina, que era muy valiente, rápidamente se puso manos a la obra, y empezó a modificar el motor para probar su invento.

Cuando terminó, quedó muy satisfecha con lo que había hecho.

Sin embargo, cuando llegaron sus padres le dijeron: «Lina, ¿has terminado de arreglar el motor del coche?«. Y Lina contestó: «Sí, ya terminé, pero como me aburría se me ocurrió una idea para que el coche funcionara con garbanzos en vez de con gasolina, y así el coche no contaminaría.»

Cuando los padres de Lina vieron el motor del coche abierto y lleno de garbanzos, empezaron a gritar y a enfurecerse…

Entonces Lina entró en el coche, y les dijo a sus padres: «Tranquilos!, el coche funciona mejor que antes, los garbanzos hacen que el coche no contamine y además sea más ligero…«.

Después de decir esto, Lina arrancó el coche y sucedió algo que los padres no se esperaban.. ¡¡Su coche podía volar!!

Lina les dijo a sus padres: «Todavía no tenéis plena confianza en mí, pero sois los primeros en el mundo en tener un coche volador«.

Lina les demostró a sus padres que era capaz de hacer cosas, que ni ellos mismos podían imaginar, y que debían tener más confianza en ella.

 

FIN

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LA SERPIENTE Y LA ESPADA

En el reino de las serpientes, cuando una serpiente quiere llegar a ser príncipe, debe cumplir dos objetivos. El primero es haber alcanzado la mayoría de edad, y el segundo, conseguir tragar una espada de samurai.

Serpi era la serpiente más joven del reino de las serpientes, pero a la vez era de las más avispadas.

Serpi quería concursar para llegar a ser príncipe, pero le decían que era menor de edad y que no podía concursar porque era muy peligroso.

Cuentos infantiles - La serpiente y la espada

Como todos los años, se presentaron al concurso de príncipe, muchas serpientes jóvenes, y una a una, fueron intentando tragar la espada de samurai, ante la atenta mirada del resto de serpientes espectadoras. Pero, un año más, no hubo ganador.

Ciertamente era una prueba complicada, ya que en los últimos cincuenta años no había habido ningún príncipe nuevo, al no haber conseguido nadie tragarse la espada samurai.

Pero Serpi, que era de las serpientes más espabiladas, usó su inteligencia para deducir un método sencillo con el que poder tragarse la espada. Serpi pensó para sus adentros: «Nadie ha dicho que la espada no pueda partirla antes de tragarla…»

Mientras los guardias que custodiaban la espada estaban distraídos, Serpi Sigue leyendo

EL TOPO CON GAFAS

Érase una vez un topo llamado Topi, que vivía en el campo, en medio de la nada. Allí vivían también otros muchos topos de su familia.

Los topos se dedicaban a hacer agujeros en la tierra, y guaridas escondidas bajo el terreno. A pesar de que los topos tienen un sentido del olfato muy desarrollado, la vista de los topos es malísima, y no son capaces de ver a tres personas montadas en un burro.

 

Cuentos cortos - El Topo con gafas

Topi era un topo muy especial, ya que había decidido ponerse gafas para ver mejor y así poder hacer túneles mas rápido.

Todos los topos del campo se reían de él porque llevaba gafas, y el se sentía muy deprimido.

Pero un día, se celebraron las olimpiadas de los topos en el campo, y Topi se presentó a la prueba «del cavador extraordinario«, Sigue leyendo

PIPI Y LA MONTAÑA RUSA

Había una vez una niña de 12 años llamada Pipi, a la que le gustaban mucho los parques de atracciones, aunque nunca había ido a ninguno.

Sus padres nunca le habían dejado ir a ningún parque porque decían que eran muy peligrosos, pero que harían una excepción el día de su cumpleaños, llevándola al parque de atracciones más grande que existía.

Cuentos-infantiles-Pipi-y-la-montana-rusa

 

Y así fue, como el día del cumpleaños de Pipi, los padres de Pipi le regalaron una entrada para ir al parque de atracciones para todo ese día. Así que, Pipi se puso muy contenta.

Al llegar al parque de atracciones, Pipi se quedó boquiabierta al ver Sigue leyendo