Cuento Corto para niños/as, escrito por: Josefa Peña Cuevas
Lo llamaban Pedro, no sé si realmente era ese su nombre, pero a mí no me importaba cómo se llamaba, lo que me gustaba eran sus cuentos. Escribía siempre en las mañanas, decía que le encantaba relatar a esa hora, sintiendo los pájaros cantar;
porque según Pedro, esos silbidos lo hacían creer que nunca estaba solo.
Una vez, me contó un pajarito, que lo vieron escribiendo un cuento sobre las plumas de una paloma, todas las aves lo miraban mientras escribía, querían saber qué había escrito, y cuando Pedro terminó de escribir sobre las plumitas de la paloma, soltó a la avecita y la dejó volar. Todas las demás aves no la perdieron de vista mientras volaba y, con mucha curiosidad alcanzaron a leer:
– Las aves nacen con muchas plumas en su cuerpo, pero nadie les ha enseñado a escribir, tal vez si alguien les enseñara, podrían escribir muchos cuentos en el aire, para que los niños lean al aire libre, imaginen todos los días, aprendan que las aves siempre echan a volar su imaginación, y esto es verdad, porque dicen que, cada vez que los pajaritos cantan, es porque algo están imaginando, y si cantan todos los días y a cada rato, es porque su vida está rodeada de fantasía, aventuras e imaginación.
FIN
– Moraleja: Los animales también tienen algo que contarnos, no sólo los humanos tenemos historias.
– Valores del cuento: Generosidad, respeto, amor por los animales, comprensión, sabiduría.
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