Cuento Infantil para niños, creado por: Luis David Gamonal
Un conejo cada vez que cosechaba sus zanahorias lo visitaban sus amigos, con la finalidad de que les regalasen dichas hortalizas. Y el conejo con mucho gusto les complacía en sus pedidos.
Cierto día, el roedor se enfermó y en ese momento necesitaba la presencia de sus amigos más que nunca, sin embargo éstos al enterarse de su delicada salud prefirieron abandonarlo a su suerte. Pero un gallo, su vecino, al no verlo laborar en su huerto durante el día, se preocupó por él y fue a visitarlo a su casa pese a no recibir ningún favor a cambio.
Lo encontró muy enfermo, de inmediato el gallo fue al interior del bosque a conseguir plantas medicinales para darle la curación respectiva. Al recibir este esmerado tratamiento, el conejo quedó eternamente agradecido con el ave y le dijo la siguiente frase:
– «Si todos fueran gratos y acomedidos como tú, distinto sería este mundo».
FIN
– Moraleja del cuento: Cuando pasamos momentos duros, muchas veces las personas menos indicadas son los que nos sacan de apuros.
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