Cuento Infantil para niños, escrito por: Carlos Alberto Navarro Vásquez
De dos hermosas canastas cubiertas con telas que desbordan en pequeñas uniones tejidas por una anciana, con manos calientes y temblorosas, que anda a paso muy lento en dirección al corral, donde han de posar y crecer como perlas calientes unos huevecillos de pintas marrones y plomas listos para convertirse en unas hermosas codornices.
En un lado del corral una hermosa picaflor teje un pequeño nido con ramitas y finas telas de araña.
Ya muy temprano como es de costumbre la anciana cumple la fiel rutina de coger los huevecillos y colocarlos uno a uno dentro de las canastas, cuando por esas cosas de su avanzada edad pierde el equilibrio y pone sus dedos en el nido, donde ya se encontraba el único huevecillo del picaflor que rodó y terminó entre los dedos de aquella ancianita que a duras penas se mantenía de pie. Sigue leyendo