Lo hemos comentando en otros artículos, pero hoy queremos dedicarle un artículo en exclusiva a educar en valores para que veáis la importancia que tiene implementar en la educación de los niños, los valores humanos. Os decimos las claves para que sepáis cómo enseñar valores a los niños, cómo transmitirlos y cómo afianzarlos en una etapa temprana.
EDUCAR EN VALORES
Actualmente uno de los mejores regalos que se les puede conceder a los hijos, sin dudarlo de ninguna manera, y con la certeza de que llegará a convertirse en una herramienta multidisciplinar para la vida misma, es la educación en valores.
Esto implica conocer que las cosas no siempre son duales, ni todo es bueno ni todo es malo, la educación en valores hace hincapié en la idea del equilibrio sobre el moldeamiento por parte de los padres para fabricar niños autónomos, inteligentes, felices y capaces de superar obstáculos de todo tipo.
APRENDICES DE LOS VALORES
Los niños aprenden en la escuela, en casa, con la televisión, leyendo, observando, imitando, y de una manera u otra, también aprenden valores con esas modalidades de aprendizaje, si bien, donde aprenderán los valores más afines a su familia es en ella, al mismo tiempo que será donde se moldeen y se de forma al cúmulo de ellos que diariamente en un lugar u otro se ponen en marcha.
DONDE SE APRENDEN LOS VALORES
Cuando en clase un niño no para de hablar y un profesor le llama la atención para que deje la charla para el recreo, y el niño lo comprende y obedece, se trabaja el valor de la obediencia.
En la televisión, ese mismo niño, observa unos dibujos animados donde el protagonista después de muchas llamadas de atención por parte de sus padres para que haga caso a lo que le dicen, se sienta y opta por observar y acatar lo que le dicen sus progenitores, eso es obediencia.
En el hogar, el niño que tanto habla y que al ver la televisión y observar la conducta del protagonista, se siente identificado, comienza a interiorizar esas conductas obedientes, y cuando su hermano pequeño empieza a desordenar la habitación, poniéndolo todo por medio, el niño en cuestión, abandona ese silencio que le reinaba durante el día, y exhorta a su hermano, diciéndole: «Sé obediente, tienes que recoger los juguetes, antes de que te lo digan los papás, para que no te riñan».
TRANSMISION DE LOS VALORES
El valor de la obediencia ha quedado consolidado en este niño para el resto de su vida. Esto no ocurre de manera fortuita y en un solo ensayo, sino que detrás de la reacción de ese niño, hay una enseñanza en la familia constante y plena de trabajo, sobre el valor de la obediencia. Los padres deben trabajar esos valores en el hogar, para que realmente hagan huella en los niños, para que consigan identificar el valor, y plasmarlo en situaciones diversas del día a día.
Por eso, en la frase que pronuncia el niño a su hermano, también se anticipa a las posibles consecuencias por parte de los padres, y pone en juego el valor de la empatía. Siendo éste, otro valor, que trabajado adecuadamente y asiduamente, forma parte de la base de la escala de valores de cualquier familia actual.
Se predica con el ejemplo no con las palabras, así los niños aprenderán antes algo que vean, que algo que les digan. Compartir momentos de juego, de lectura, de comunicación, es un paso imprescindible para continuar en la linea del progreso y el futuro.
CONSOLIDACION DE LOS VALORES EN LOS NIÑOS
Así, se podrían poner muchos ejemplos de valores que tanto en la escuela, como en la sociedad, como en casa, terminan por consolidarse satisfactoriamente y forman una cadena cuyos eslabones son los valores, y que afianzados correctamente, esos valores serán la piedra angular del futuro de los niños. Si bien, se ha visto que donde quedan fijados firmemente es en casa, siempre que anteriormente los padres y los adultos, sean capaces de vivir y sentir esos valores para poder transmitirlos.
COMO EDUCAR EN VALORES
Una vez aceptado el testigo de la enseñanza de los valores por los padres en el hogar, su transmisión y su consolidación, se debe prestar atención a lo que los padres deben saber de antemano para cruzar cada uno de los pasos de este proceso de la manera más ecuánime posible.
Se debe trabajar un modelo de autoridad, cariño y respeto, donde la FIRMEZA sea uno de los pilares fundamentales, para crear las normas y los límites de la educación, con precisión y estabilidad.
Unos padres que cultivan la COHERENCIA y que se preocupan por la sintonía y armonía entre lo que hacen y lo que dicen, fomentan la claridad y la sencillez.
Ya que los niños aprenden imitando, y de quien está más cerca más habitualmente, los padres deben poseer AUTOCONTROL EMOCIONAL, esto significa que si existe algún momento de debilidad donde la ira y el enfado primen sobre la tranquilidad y la cordura, se deberá manejar adecuadamente, ya que es un punto clave de la educación.
El clima más adecuado para que los niños aprendan aspectos tan etéreos de la educación es un clima tolerante y persuasivo, donde la EMPATÍA, ejercida de manera correcta, ayuda a crearlo. Los padres deben ser empáticos atendiendo emocionalmente a sus hijos, transmitiendo comprensión en sus inquietudes, y fomentando la conducta social y prosocial.
Otro apunte necesario dentro de la educación en valores de los padres hacia sus hijos, es la enseñanza de las emociones, reconocerlas, gestionarlas y nombrarlas adecuadamente, es un factor importante para la relación entre las personas. Tener cierto grado de EXPRESIVIDAD EMOCIONAL, fomenta la comunicación afectiva, a través de las caricias, los abrazos, las palabras reconfortantes y el refuerzo emocional, de manera que la atmósfera que empiezan a respirar los niños es de seguridad, aceptación y valoración hacia ellos mismos.
Al mismo tiempo, que algo que se trabaja de manera constante y concienzudamente alcanza los niveles óptimos de CONSISTENCIA, y facilita la interiorización y la conversión en una pauta de conducta habitual.
PALABRAS PARA EDUCAR EN VALORES
La FIRMEZA y la CONSTANCIA que los PADRES ponen en JUEGO en la educación, hacen que la misión de COMUNICAR y SENTIR las EMOCIONES, trabajen de manera desinteresada la EMPATÍA, dando EJEMPLO en la FAMILIA.
Con ayuda del ENTORNO, se llega a CONSOLIDAR y TRANSMITIR los LÍMITES que los APRENDICES requieren para conseguir el EQUILIBRIO perfecto a la hora de EDUCAR en VALORES.
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Excelentes cuentos, cortos, no cansan y dejan una enseñanza y con el toque que le de la persona que lo cuenta considero que son de gran ayuda y los niños no se aburren al escucharlos.
Más bien pienso que desearán seguir escuchando y los pedirán