Cuentos Cortos escritos por: Ruderico Diaz Romero (Venezolano). «Para todos los niños del mundo en especial para mis hijos Carmela y Rude…los amo!»
Atardecía y el cielo pasaba de azul a naranja, buscando esa tonalidad hermosa que sólo brinda la noche iluminada por las estrellas y una radiante luna.
Todos terminaban sus labores: los niños sus clases, los adultos sus trabajos y los ancianos sus paseos y conversaciones con sus camaradas en la plaza central, en donde más tarde todos se reunirían a celebrar, la llegada de la primavera y así acompañarla en su mágico andar, bendiciendo los huertos, campos y cosechas del lugar, para que las hortalizas, frutas y vegetales en general, nacieran contentos y llenos de energía sin igual, para alimentar a todos los pobladores de la ciudad.
Al día siguiente, todos pudieron comprobar que la cosecha obtenida era inmensa, rica y con mucha variedad, pero notaron que la manzana roja y verde no estaban en ningún lugar, por lo que los adultos la salieron a buscar, muy preocupados ya que esa fruta era la más dulce y llena de sana energía del lugar, por lo que los niños la iban a extrañar cuando al abrir sus loncheras en la escuela del lugar, aquella dulce fruta no estuviera dentro como siempre la mandaba su mama.
Luego de mucho buscar y no encontrar la manzana roja o verde conocidas del lugar, uno de ellos se puso a pensar: «será que la primavera una travesura nos quiso jugar y combinó la manzana con los colores del lugar?» Sigue leyendo