Cuentos de Deportes

CASTIGOS PARA NIÑOS DESOBEDIENTES

Javi era un niño de 6 años al que le gustaba mucho jugar a la pelota. Tanto le gustaba que, cuando no le veían sus padres se ponía a jugar en su cuarto sin que nadie le viera.

Sus padres no le dejaban jugar a la pelota dentro de casa porque era muy peligroso, ya que podían caerse cosas al suelo y romperse.

Un día que los padres de Javi habían salido a comprar, Javi aprovechó la oportunidad y se puso a jugar en medio del salón con la pelota.

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Peo esta vez, los padres volvieron muy muy pronto de comprar, y pillaron a Javi jugando con la pelota en el salón… Sigue leyendo

MANOLITO Y EL SILBATO DE LA PROFE DE GIMNASIA

Manolito era un niño muy peculiar, que vivía en el centro de Madrid, junto a la Plaza Mayor. Manolito tenía 7 años y si había algo en el mundo que detestaba con todas sus ganas, eran las clases de gimnasia del colegio.

A Manolito no le gustaba nada hacer deporte, pero nada nada… hasta intentaba engañar a su madre, diciéndole que se encontraba mal, para no ir al colegio los días que tenía gimnasia. Pero su madre ya lo conocía muy bien…

Su madre estaba preocupada por él, ya que al no hacer ningún tipo de deporte, Manolito cada día que pasaba, estaba más gordito. Así que decidió ir al colegio para hablar con la profesora de gimnasia.

Cuentos infantiles - Manolito y el silbato de la profe

A la semana siguiente, Manolito, desanimado, se dirigia junto al resto de sus compañeros a la clase de gimnasia, sin saber que algo cambiaría en su vida.

La profe de Manolito, después de hablar con su madre, se dio cuenta que lo que le faltaba a Manolito era una motivación para hacer deporte, así que ideó un plan infalible…

La profe de Gimnasia sabía que a Manolito le encantaban las chocolatinas que le ponían en el comedor del colegio después de la comida, así que le dijo justo antes de empezar la clase:

«Manolito, hoy vamos a hacer un juego muy divertido en la clase, y tú serás el protagonista. El juego consiste en que cada vez que toque el silbato Sigue leyendo

JAIMITO, EL NIÑO INVENTOR DE PADEL

Érase una vez un niño, que se llamaba Jaimito, y que jugaba mucho al tenis con su padre. Jaimito había aprendido con él, y por eso le gustaba mucho jugar partidos los fines de semana con su padre.

Jaimito nunca se imaginaba que pudiera inventar un deporte nuevo: el Padel.

La pista de tenis a la que iban a jugar era pequeña, y estaba rodeada de paredes para que las pelotas de tenis no se fueran muy lejos.

Jaimito siempre se preocupaba porque las paredes estaban muy cerca de él, y le impedían así poder jugar bien al tenis. Pero su padre le decía: «Jaimito, olvídate de las paredes, y no pongas excusas porque las paredes no estorban!»

Pero un día tras otro, Jaimito iba viendo las paredes más cerca, y le decía a su padre: «Papá, ¿no notas como la pista es cada vez más pequeña

«No, yo no noto nada… Ya empiezas con tus paranoias Jaimito… Venga anda, ponte a jugar y déjate de películas

Jaimito llegó a pensar que estaba alucinando…, pero un día descubrió que tenía razón cuando sucedió algo inesperado. De repente, mientras jugaba al tenis, oyó una voz que le decía: «Jaimito, soy la pared de la pista de tenis..» Entonces se hizo un gran silencio… Sigue leyendo

LARGUILUCHO Y EL ARBOL DE NAVIDAD

Había una vez un palo de golf, llamado Larguilucho, que jugaba todos los días al golf, en un campo para la práctica de este deporte a las afueras de Madrid.

El palo de golf era un maravilloso golfista, y siempre ganaba campeonatos y torneos de golf.

Cuentos infantiles - La navidad del almendro coral

Bueno siempre… siempre no…. ya que un día apareció un árbol nuevo en el campo de golf, llamado Arbolito, al que le gustaban mucho las pelotas que se usaban en este deporte, y las solía guardar para cuando llegara la Navidad, y colocárselas todas en sus ramas. Sigue leyendo

EL PAYASO NADADOR

Había una vez un payaso al que le gustaba mucho nadar, y participaba en todas las competiciones de máximo nivel de todo el mundo.

Era un gran nadador, y además siempre iba vestido de payaso cuando nadaba, por eso le llamaban «el payaso nadador«.

El payaso nadador era tan bueno, que podía ganar todas las pruebas de piscina que se propusiera. Sin embargo, el payaso nadador era conocido por todos, por su forma de terminar las pruebas…

Cuentos infantiles -  El Payaso nadador

Y es que él siempre permitía que, en el último instante, le adelantara el que iba segundo, y le dejaba así ganar.

La gente le preguntaba, cómo se le había ocurrido ese número tan gracioso, cuando estaba en un momento tan importante, y se estaba jugando ganar los campeonatos mundiales… Y el nunca contestaba nada…

Hasta que un día, en una rueda de prensa, le preguntó un periodista: «Señor payaso nadador, nos encanta su número de circo, pero no entendemos por qué lo hace… ¿por qué se deja ganar siendo usted el mejor nadador del mundo?» Sigue leyendo