Pumpi era un pequeño reno de Santa Claus, que acababa de cumplir 3 meses de vida, así que todavía no tenía cuernos en la cabeza.
Pumpi era el único reno de Santa Claus que no podía volar, por si no lo sabías, el secreto de por qué los renos de Papá Noël vuelan, es por que los cuernos de los renos son mágicos.
Así que el pequeño Pompi, cuando estaba durmiendo, no paraba de soñar que ya le habían crecido los cuernos y Santa Claus le llevaba con él para tirar del trineo y llevar los juguetes por todas las casas de los niños. Pero de repente, se despertaba y se daba cuenta que todo había sido un sueño y seguían sin crecerle los cuernos en la cabeza.
Pero un día, al despertarse de este sueño, el cual, se repetía todos los días, Santa Claus estaba sentado al lado suyo, y con los ojos aún cerrados, Pompi le dijo a Santa Claus con la cara triste: «Santa, otra vez he tenido el mismo sueño, he soñado que me crecían los cuernos y podía ir contigo a repartir los regalos a los niños, pero aún no me han salido…«.
Entonces, Santa Claus le dijo: «No te preocupes Pumpi, ten paciencia y verás como pronto tu sueño se hará realidad, sólo tienes que ser paciente un poco más».
Esa misma noche, cuando Pompi se encontraba durmiendo, Santa Claus se acercó a él y lo cogió con muchísimo cuidado para que no se despertase y se lo llevo al asiento trasero de su trieno. A punto estuvo de despertarse, pues Santa Claus, tropezó con una de las correas de sus renos voladores.
Esa noche era muy especial, pues era el día de noche buena, en el que Santa Claus se vestía con su traje rojo e iba de casa en casa repartiendo los regalos que los elfos habían fabricado durante todo un año.
Todo estaba preparado, el saco con los juguetes preparado, Papá Noël montado en su asiento y el pequeño Pompi, en el asiento de atrás. «Jo jo jo» dijo Papá Noël para que los renos salieran volando. Justo en ese momento, Sigue leyendo